El Gobierno boliviano se ha comprometido ante el ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, a llegar a una
"solución satisfactoria" para indemnizar a Red Eléctrica Española,
Iberdrola y Abertis, cuyas filiales en el país andino han sido
nacionalizadas en los últimos meses, han informado a Europa Press
fuentes diplomáticas.
El jefe de la diplomacia española ha conversado esta tarde con el
ministro boliviano de la Presidencia,
Juan Ramón Quintana, quien ha
reconocido "retrasos" en los procesos iniciados para pagar un
justiprecio a Red Eléctrica e Iberdrola, afectadas por sendas
nacionalizaciones en mayo y diciembre pasados.
Quintana ha prometido al ministro, siempre según las mismas
fuentes, la voluntad del Ejecutivo de
Evo Morales de "acelerar" estos
dos procesos y de llegar en los tres casos, también en lo que se refiere
a la reciente expropiación de Sabsa, filial de Abertis, a una "solución
satisfactoria".
La conversación entre ambos se produce después de que el Gobierno
español haya amenazado en un comunicado oficial con "replantearse el
conjunto de las relaciones bilaterales" con Bolivia tras esta tercera
nacionalización de una empresa española realizada sin previo aviso y de
una forma que ha irritado sobremanera al Gobierno español, que ve
innecesario haber ordenado a las fuerzas de seguridad custodiar las
instalaciones de las empresas para garantizar la ejecución de la medida.
De hecho, la diplomacia española llegó a pedir públicamente a las
autoridades bolivianas "más cuidado en las formas" a la hora de proceder
a estas nacionalizaciones, pero el Gobierno de Morales hizo caso omiso y
tras anunciar la nacionalización de Sabsa desplegó tropas del Ejército
en los aeropuertos gestionados por la filial de Abertis.
El Gobierno ha reiterado en diversas ocasiones que no cuestiona el
derecho soberano de un país de nacionalizar empresas en sectores
estratégicos, pero lo que sí exige es que se pague una indemnización
justa a la compañía afectada por la medida, lo que no ha ocurrido hasta
la fecha con ninguna de las empresas españolas afectadas.
La expropiación de Sabsa ha sido la gota que ha colmado el vaso y
lo que ha llevado al Gobierno a amenazar con revisar el conjunto de las
relaciones bilaterales con Bolivia, sin descartar medidas en materia de
cooperación al desarrollo.
De hecho, la delegación del PP en el Parlamento Europeo ha
registrado sendas preguntas en la Eurocámara dirigidas a la Comisión y
al Consejo de la UE, con el fin de que estas dos instituciones valoren
si "se pueden mantener" los programas de cooperación al desarrollo con
Bolivia así como el acuerdo preferencial en materia de aduanas si La Paz
prosigue con sus "ataques" a empresas europeas.
Mañana a las 17.00 horas la embajadora de Bolivia en España ha
sido convocada a una reunión en el Ministerio de Exteriores para que dé
"explicaciones" al secretario de Estado de Cooperación Internacional y
para Iberoamérica,
Jesús Gracia, sobre esta última nacionalización. En función de esas explicaciones, el Gobierno español "actuará en consecuencia", en palabras del propio García-Margallo.
Desde que llegó al poder en 2006, el presidente boliviano, Evo
Morales, ha nacionalizado una veintena de empresas de distintos
sectores, principalmente el energético, que estaban en manos de
compañías extranjeras, incluidas españolas.
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