La Junta de Tratamiento del Centro de Inserción Social (CIS) Victoria
Kent de Madrid ha decidido conceder el control telemático al dirigente
de Nuevas Generaciones del PP, Angel Carromero, por lo que en los
próximos días dejará de tener que acudir a diario a pernoctar a ese
centro, según han informado a Europa Press fuentes penitenciarias.
Estas mismas fuentes han explicado que el proceso de instalación de
esta pulsera telemática no es inmediato sino que tarda varios días en
probarse e instalarse, por lo que será dentro de unos días cuando la
medida se haga efectiva.
El dirigente de Nuevas Generaciones del PP, condenado en Cuba a
cuatro años de prisión tras el accidente de tráfico que costó la vida a
los disidentes cubanos
Oswaldo Payá y
Harold Cepero, llegó a España el
pasado mes de diciembre tras cumplir cinco meses de prisión en la isla.
Carromero ingresó en primer momento en la cárcel de Segovia hasta que el
pasado 11 de enero la dirección de la prisión segoviana le concedió el
tercer grado y fue trasladado hasta el CIS Victoria Kent de Madrid.
A partir de ahora será sometido a control telemático, que consiste
en una pulsera con apariencia de reloj que se puede poner en la muñeca o
en el tobillo, opción ésta más recurrente al pasar más desapercibida ya
que no se la puede retirar en ningún momento. Para el funcionamiento de
este sistema de control es imprescindible además la instalación de un
sistema adicional -parecido a un módem- en el domicilio del preso.
Generalmente se sitúa en el teléfono fijo y es la empresa de
origen israelí Elmo-Tech la encargada de prestar este tipo de servicios
telemáticos.
Debe permanecer unas ocho horas controlado Desde la institución penitenciaria se fija para el preso un plazo
de tiempo equivalente al que pasaría en prisión en caso de que tuviese
que acudir a pernoctar, requisito obligatorio para los casos de tercer
grado sin control telemático. Fuentes consultadas
indican que este plazo de tiempo es de ocho horas aproximadamente y que
lo más habitual es aplicarlo de noche.
El módem instalado en el domicilio es el encargado de detectar a
través de las señales que transmite la pulsera que el preso cumple con
ese tiempo de control estipulado. En caso de que Carromero dejase de
cumplir este plazo por una cuestión no justificada, podría incurrir en
un incumplimiento de su régimen de tercer grado.
Esta situación se mantiene hasta que se cumplen las 2/3 partes de
la condena y se accede a la libertad condicional, en la que ya no es
necesario ningún control telemático. Para acceder a la pulsera es
necesario que el preso acepte llevarla y que Prisiones le conceda el
tercer grado.
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