Federico Lombardi, para empezar, reconoció que se había ocultado que el Papa lleva un marcapasos y que recientemente fue sometido a una ligera intervención para cambiar una batería. Todo ello apunta a que el Papa, efectivamente, no se encontraba con muchas fuerzas... pero sobre todo para luchar contra posibles enemigos internos.
El diario vaticano 'L'Osservatore Romano' sostiene que la renuncia de
Benedicto XVI al Papado no es para "eludir responsabilidades" y precisó que el Pontífice no huye de "manejos de los que defenderse". Pero otras voces sí piensan que sí que se debió a ello. Desde España, el diario 'El País' se refiere a "la lucha por el poder" y a que "el Papa renuncia para limpiar el Vaticano". Según este periódico, Benedicto XVI quiere dejar paso a un nuevo Pontífice "con fuerza para cortar los escándalos".
En este sentido, 'El Mundo' sostiene que "los vaticanistas coinciden en que el Pontífice no se fía de la Curia que le rodea" y el conservador 'La Gaceta' se pregunta "¿qué hay detrás de la renuncia del Papa?", dejando también abiertas otras vías para explicar su adiós. Por su parte, 'El Periódico' recuerda que "el nuevo Pontífice heredará difíciles reformas pendientes".
También se está sosteniendo ahora en muchos frentes que el Cónclave vaticano buscará tener un nuevo Papa fuerte, más joven y con ánimos de cambiar muchas cosas en la Curia. Eso es por ejemplo lo que dice 'La Razón', que alude al perfil del sucesor: "menor de 70 años, buena salud y fuerte en su defensa de la fe".
¿Conspiración para asesinarlo?Hay que recordar que por teorías, haber ha habido muchas. 'Euronews' recuerda que hace un año, el 10 de febrero de 2012, el diario italiano "Il fatto Quotidiano" publicó un documento que decía que Benedicto XVI corría el
riesgo de ser asesinado. "Este artículo provocó un escándalo. La noticia titulada a ocho columnas "Complot contra Benedicto XVI, dentro de 12 meses morirá" salió a la luz hace un año", recuerda esta cadena.
La información, publicada por el diario, citaba una carta anónima con fecha del 30 de diciembre de 2011 y que fue entregada al Papa por el cardenal colombiano
Darío Castrillón Hoyos. "El Padre Lombardi se vio obligado a admitir que el documento existía de verdad pero que no había que tenerlo en cuenta porque era el fruto de la fantasía. Estos días hemos visto que era más bien lo contrario", decía el director de "Il Fatto Quotidiano", Antonio Padellaro. La carta anónima contenía tres párrafos: Viaje a Pekín, Secretario de Estado Tarcisio Bertone y Sucesión de Benedicto XVI. En ella se explica que el arzobispo de Palermo, Paolo Romeo, dijo en un viaje a Pekín que el Papa moriría en un año y que su sucesor sería el arzobispo de Milán, Angelo Scola.
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