Seguramente mis palabras no sean
importantes, seguramente mis reflexiones no encuentren acomodo en algún rincón de cualquier medio de
comunicación de los llamados "importantes". Es más, estoy seguro que
tanto la Sra. Cospedal como la Sra. Mato
no me otorgarían el "honor" de presentar una querella contra mi
persona aunque asegurara, sin utilizar el manido término presuntamente, que
ambas hubieran cometido algunos de los delitos que se están investigando.
Sin embargo, sí serán importantes
para millones de españoles que sienten impotentes, cansados e indignados ante
tanta y tanta tropelía como se está cometiendo en nuestro país y mucho más para
todos los que están sufriendo en sus carnes la actitud canalla e inmoral de la
todavía ministra de Sanidad y Asuntos Sociales Sra. Mato y de su
"colaboradora necesaria" como secretaria general del Partido Popular
y a ratos, cada vez menos, presidenta de Castilla-La Mancha, Sra. Cospedal.
La sangre "hierve"
cuando aparecen imágenes del 'Bigotes'
y toda su corte en la boda de la hija del Sr.
Aznar, la bilis se remueve cuando compruebas la prepotencia con la que se
maneja un defraudador, sin presuntamente, como el ex-tesorero del PP Sr. Bárcenas, pero es incontenible la
indignación cuando la misma persona que con una estrategia muy parecida a la
utilizada en la época nacionalsocialista para ir eliminando a todos los que
tienen algún tipo de discapacidad o dependencia, es puesta ante los focos de la
opinión pública por haber recibido regalos de una trama corrupta.
Por todo esto es importante, muy
importante diría yo, que la sociedad española sepa con datos reales todo lo que
supondría para el colectivo de dependientes los más de 60.000 euros que, según
la UDEF, ha recibido el binomio Mato-Sepulveda
de la trama corrupta Gurtel. Los 5.000 euros en confetti suponen para una
persona en situación de dependencia el dinero necesario para su medicación y
tratamiento rehabilitador durante más de 131 meses, es decir, casi once años.
Los 2.000 euros del cumpleaños de uno de sus
hijos equivalen al tratamiento farmacológico de un niño con una enfermedad
degenerativa durante más de 67 meses, más de cinco años y medio.
Los 240 euros en globos para el
cumpleaños de una de sus hijas servirían para satisfacer las necesidades de
rehabilitación durante todo un mes de un niño
con distrofia muscular. Los 50.049 euros en viajes y hoteles valdrían para
costear los medicamentos contra las convulsiones epilépticas de un niño con un síndrome metabólico
incurable durante más de 738 meses, ni más ni menos que 61 años. Los más de
7.000 euros de la comunión de uno de sus vástagos valdrían para para cubrir las
necesidades de pañales de incontinencia de un menor con síndrome de Tay-Sachs durante 116 meses, casi diez años.
En este cómputo no incluyo algo fundamental,
la tranquilidad económica y por tanto la fortaleza emocional que da poder
dedicarse únicamente al cuidado de un hijo al que en muchas ocasiones la vida
se le escapa como agua entre las manos.
Esto es lo que supone los "regalos" de nuestra ministra de
Sanidad y Asuntos Sociales, Sra. Mato, la misma que sin alma y sin
escrúpulos está perpetrando la
desaparición de una ley como es la de Dependencia que mitigaba, en parte, la
terrible situación de cientos de miles de personas que hasta el nacimiento de
esta normativa se encontraban en el más absoluto de los desamparos.
Esta ministra es la misma que
envía a sus lacayos a intentar lanzar un manto de criminalidad sobre los
dependientes, la misma que legisla para hacer incompatible todo el catálogo de
prestaciones de dependencia, la misma que instaura la hipoteca inversa a favor
del Estado para todos los mayores dependientes que no puedan costearse una
residencia, la misma que dilata en el tiempo las prestaciones de los
solicitantes con la esperanza que muchos de ellos mueran antes de llegar a
disfrutarlas y por tanto ahorrarse ese coste.
Usted Sra. Mato- tiene retranca
el nombre para una ministra de Sanidad- ha cruzado la línea de todo lo permitido
y soportable. No sé si acabará condenada por todo lo que se la acusa por parte
de la UDEF, no sé si la justicia hará que tenga que rendir cuentas e incluso
darse un paseo por algún centro penitenciario, pero lo que si es cierto es que
las cuentas ya las ha rendido ante la sociedad y eso, Sra. Mato, la debe
avergonzar mucho más, siempre dando por hecho que esa vergüenza forme parte de
su bagaje personal.
Por si acaso termino intentando
que entienda que el valor de cualquier niño, por muy dependiente que sea,
tiene, al menos, el mismo valor que los suyos, cumpleaños, comuniones, globos y
confettis incluídos.
José Luis Gómez-Ocaña
Pérez
Presidente de la
Plataforma Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha