Dicen
la secretaria general del Partido Popular,
María Dolores de Cospedal, y su
portavoz,
Carlos Floriano, que van a ejercer acciones legales "contra todo y
contra todos" aquellos que hayan atribuido ilegalidades a los dirigentes de
esta formación, contra quienes han filtrado informaciones falsas y contra
quienes las han publicado o emitido. Lo siento, pero me parece un disparate
político, y lo digo anteponiendo el hecho incontrovertible de que el PP, como
cualquiera, tiene derecho a la defensa de su honor y buena imagen, tanto en los
medios de comunicación como en los tribunales; por eso me limito a hablar
simplemente de 'disparate político'.
Porque
¿a quién se va a demandar?¿dónde está el límite entre los que publicaron o solo
reprodujeron lo que otros publicaron? Sucede que hasta el 'Financial Times', para
no hablar de otros innumerables medios extranjeros, se ha hecho abundante eco
de lo que inicialmente fue el trabajo de investigación de un pequeño grupo de
periodistas en Madrid. Si hay que demandar (civilmente, por tanto) a todos, no
le arriendo al PP la ganancia ni en términos de acercamiento en el futuro a los
medios demandados ni en lo referente a las elevadas tasas que habrá de pagar
por acudir a los tribunales, fruto esto último, lo de las tasas, digo, de la
'ocurrencia' del ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón. ¿O serán más
bien querellas penales las que se presenten, por entender que se ha calumniado
e injuriado a las personas que aparecen en los 'papeles Bárcenas'?
¿O
será acaso el demandado el propio
Bárcenas? Difícil, porque el ex tesorero ha
desmentido por activa y por pasiva ser el autor de esos presuntamente
'apócrifos' (Rajoy
dixit) apuntes contables, denunciando la 'maniobra' que la
filtración y la publicación de esos 'papeles no de Bárcenas' como un intento de
desprestigiar al PP, en general, y a Rajoy, en particular. Por último, ¿es más
bien contra algún presunto 'filtrador', como el abogado
Jorge Trías Saigner,
contra quien el PP quiere dirigir la máquina querellante? Complicado asunto
también, porque no hay más pruebas de eso que unas declaraciones de Trías
señalando que en el PP se pagaban sobresueldos, lo que, en puridad, no tiene
por qué ser delito.
Yo
creo que el PP va a meterse en un lío con esto de las demandas 'urbi et orbe',
y mal harán sus dirigentes si se dejan aconsejar por la indignación que muchos
de ellos sienten, lógicamente, si piensan, como dicen varios de ellos que
piensan, que alguien está mancillando su honradez en pro de una operación
política, o de vaya usted a saber qué. Ante una situación de crisis"encierre a
sus abogados", recomiendan los manuales norteamericanos que yo estudié cuando
me iniciaba en comunicación empresarial. Es aún más gráfica la maldición
gitana: "pleitos tengas y los ganes". Ocurre que el PP no tiene siquiera la
garantía de ir a ganar estos pleitos contra molinos de viento, o contra tigres
de papel.
Cospedal, que es abogado del Estado y por cierto con buen número en
su promoción, conoce perfectamente las consecuencias que tendría el que los
tribunales desestimasen alguna de estas demandas: el descrédito político, más
ruido aún, más barullo, más desprestigio.
Pido
al amable lector que no piense que estoy haciendo una defensa corporativa de
los medios de comunicación. Creo que algunos se han, nos hemos si quiere usted,
extralimitado en las acusaciones, en las críticas, en las suposiciones e
hipótesis a la hora de repartir culpabilidades. O no, cómo saberlo con los
datos que manejamos. Simplemente, dijo que esto no se arregla a querellazo limpio, sino con explicaciones convincentes, con transparencia y con pruebas.
Ya sé que es duro tener que probar que eres inocente, y que quien te acusa de
culpable pueda, al tiempo, presentar pruebas enclenques o dudosas. Pero,
parafraseando de nuevo la célebre frase del asesor de
Clinton, esto "¡es la
política, estúpido!". Y la política, ya se sabe, tiene reglas que a veces ni el
corazón ni la cabeza entienden.
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