Quien lo ve moverse por los alrededores del
Mayfair en un sábado de galerías, no pensaría que el simpático señor de
cabellos blancos y de sonrisa amplia es Monty Trainer, un empresario y mecenas
de las artes cuyo nombre es sinónimo del Coconut Grove y del ambiente que ahí
se vive.
Oriundo de Cayo Hueso,
Trainer llegó a
finales de los 60 al Grove, donde abrió un restaurante de mariscos que con el
tiempo se convirtió en un icono del vecindario, y en parada obligada de fin de
semana para locales y turistas.
El Grove de hoy sigue manteniendo su
espíritu bohemio y desenfadado, pero ahora se mezcla con el lujo y muchos más
turistas. Pero algo que no ha cambiado es lo involucrado que está Trainer en las
actividades del histórico vecindario, ya no como empresario, sino como presidente
de la organización del Festival de Artes del Coconut Grove, el cual celebrará
su 50 aniversario este mes de febrero.
Trainer se involucró con el festival en
1971, cuando en ese entonces era el dueño de "Monty Trainer's Seafood
Restaurant", y comenzó a patrocinar el evento a través de este. Hoy, a sus 80
años, no está pensando para nada en el retiro.
"Mientras yo pueda hacer un buen trabajo,
tengo planeado seguir haciéndolo. Por aquí no tenemos planes de sucesión,
aunque no dudo que a más de uno le ha pasado por la mente", dijo.
El arribo del aniversario de oro del
Festival de Artes lleva a la inevitable pregunta sobre los planes para las
próximas cinco décadas, si habrá mejoras o crecerá más.
Aunque para este aniversario número cincuenta
esperan que asistan unas diez mil personas más, Trainer no es partidario de que
el festival crezca más en cuanto al número de expositores. "Tenemos 380
artistas y eso ya es bastante que manejar. Me gustaría mantenerlo como está,
pero mejorarlo de algún modo; hacerlo más innovador y extender el área familiar".
A pesar de que el festival se ha convertido
en una referencia internacional, siempre se insiste en su posicionamiento en el
mundo del arte. "El arte nunca cambia, el buen arte nunca se pone viejo.
Tratamos de darle una oportunidad a los nuevos artistas y que los colegios y
las universidades se involucren. El festival es el expendio de arte más grande
del área", agregó.
Reflexionando sobre su legado como
ciudadano involucrado y mecenas del festival, dice que no se puede negar el
impacto económico que el festival tiene en la vida del Grove. "Nos hemos
convertido no solo en un impacto económico, sino en un punto de unión que
agrupa al vecindario. Me gusta la percepción que se tiene del Grove como un
barrio de las artes y me gustaría que se convirtiese en eso que la gente piensa
que somos", dijo Trainer.
Cuando se tiene tanto tiempo involucrado en
la organización de un evento multitudinario como es el festival siempre hay
momentos que resaltan en la memoria. Para Trainer uno de esos instantes fue
cuando, un par de años atrás, el viento voló los kioscos la noche antes de la
apertura, o cuando los artistas pidieron que se cerrara el festival.
Trainer recuerda que el festival comenzó
como una exhibición de obras, al estilo francés, en cuerda de ropa, para
promocionar la obra "Irma la dulce"*, que se presentó en el hoy desaparecido
"Coconut Grove Playhouse". Luego, la asistencia, que se contaba en un par de
miles, subió con los años a 300.000, y ahí los artistas se reunieron y pidieron
cerrar el festival y cobrar la entrada.
"Ahora, las personas que vienen sólo son
las interesadas en el arte y no como antes, que entraba cualquiera. Así, los artistas
participantes tienen mejores ventas, porque los que asisten están interesados
en ver el arte, y por eso pagan los $10 dólares", dijo.
Trainer dice que la organización recibe más
de 1.400 entradas anuales y, de ahí, un jurado, que cambia cada año, escoge a
los expositores. Este mismo jurado se cerciora de que las obras sean aptas para
un público familiar. Por eso, él no recuerda que haya habido controversia
alguna con lo expuesto. "Un 30% de los artistas rotan cada año", dijo Trainer.
"A nadie se le garantiza un puesto, a menos que sea uno de los galardonados, o
el artista del poster del año".
En cuanto a la seguridad del evento,
Trainer dijo que la organización hace un gran esfuerzo en tiempo y recursos
para que el evento sea seguro para toda la familia. "Se gastan alrededor de
$100.000 entre guardias privados y la Policía del a Ciudad de Miami", dijo.
La misión de la Asociación Histórica y de las Artes del
Coconut Grove es la de promover la educación en las artes y el
profesionalismo en el sur de la florida a través del año, al iniciar y mantener
una serie de programas de alto perfil dirigidos a la comunidad, para así
promover las relaciones entre entidades que compartan intereses afines.
*Irma, la dulce (1963) es una película
dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Jack Lemmon y Shirley MacLaine.
Ganadora del Oscar, la película está basada en un exitoso musical francés
estrenado en 1959, con libreto de Alexandre Breffort y música de Marguerite
Monnott.
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