Sumido el país en un debate que tiene como
fondo un irregular o ilegal planteamiento de la financiación de los partidos
políticos y que en este caso parece afectar gravemente al partido del gobierno,
no podemos dejar de lado que el mayor
problema de España es el alto niel de desempleo que afecta my gravemente al
desempleo juvenil tal y como ha puesto de manifiesto la propia Angela Merkel en
el Foro Económico Mundial de Davos, en su discurso ante altos cargos y
presidentes de grandes empresas de todo el mundo, mostrándose escandalizada por
el alto desempleo en España y manifestando que "en España por ejemplo, el paro
juvenil llega al 50% o al 60%, lo que muestra la necesidad de emprender más
reformas en la Eurozona"
Lo que resulta verdaderamente escandaloso
no es esta situación, fácilmente conocida entre otros medios por las
información estadística de la Unión Europea -Eurostat-, sino que Merkel lo haga
en este Foro y no en el propio Consejo Europeo, que es donde se reúnen los
Jefes de Estado y de Gobierno. Solo tenemos que recordar lo que han estado
diciendo los Jefes de Gobierno en los últimos Consejos Europeos que se
resuelven desgraciadamente en palabras, palabras, palabras.
Así en el Consejo Europeo de octubre de
2012 al referirse al tema de "Impulsar el empleo y la inclusión social",
manifiestan "Los trabajos sobre esta cuestión siguen revistiendo la máxima
prioridad. Se invita al Consejo a que prosiga el examen de los diferentes
elementos del paquete de medidas para el empleo... El Consejo Europeo espera con
interés la Comunicación sobre educación y competencias que se presentará
próximamente y el plan de medidas en favor del empleo juvenil, con iniciativas
para desarrollar sistemas de garantías para la juventud y sistemas de formación
y aprendizaje de calidad, y para mejorar la movilidad de los jóvenes... Los
sistemas de formación profesional de los Estados miembros desempeñan un papel
específico en la lucha contra el desempleo juvenil. También es importante
promover la reactivación de los trabajadores de más edad". Palabras, palabras,
palabras.
Y en el Consejo Europeo de 13 de diciembre
de 2012, manifiestan, con más valor los líderes europeos, que "Recordando la
Declaración de los Jefes de Estado o de Gobierno de enero de 2012 y las conclusiones
de sus sesiones de marzo, junio y octubre, el Consejo Europeo se congratula por los avances logrados
durante el presente año en el establecimiento de un planteamiento global europeo
del empleo juvenil. Pide al Consejo que estudie sin dilación las
propuestas del plan de medidas a favor del empleo juvenil, en especial con
vistas a la adopción de la recomendación sobre una Garantía Juvenil a comienzos
de 2013, teniendo en cuenta las situaciones y las necesidades nacionales". Palabras y más palabras.
Cómo ve el lector, seguimos en la misma
autocomplacencia congratularse de nada en concreto pues claramente no son
palabras lo que hace falta, sino decisiones . Y nuestra pregunta es, ¿Qué es
eso que de que el Consejo se congratula por los avances logrados? ¿Cuáles son
esos avances? Resulta que los avances logrados son una Comunicación de la
Comisión de 15 de diciembre de 2012, bajo el titulo "Mover los jóvenes en el
empleo", en la que se exponen en 44 puntos los pasos que se han dado sobre este
tema bajo una introducción que señala que se necesita con urgencia remedios
eficaces y se concluye bajo el titulo a seguir que las perspectiva de empleo
para los jóvenes ha empeorado y lo que está en juego es el futuro económico de
Europa. Y el mismo día la Comisión presenta una Recomendación del Consejo bajo
el titulo "Sobre el establecimiento de una "Garantía Juvenil", en la que dice
que hay que dar una oferta de trabajo a los jóvenes cuando cumplan 25 años
dentro de los cuatro meses de dejar la educación formal o estar en paro" y se
dice que estos sistemas pueden ser cofinanciados por el Fondo Social Europeo.
El Comisario Europeo de Empleo, Asuntos
Sociales e Inclusión, Laszlo Andor, reiteraría esta oferta manifestando que "Instamos
a los Estados miembros a poner en práctica la Garantía Juvenil, creando un
dispositivo para que todos los jóvenes de hasta 25 años reciban una oferta de
empleo de calidad, formación continuada o prácticas, en un plazo máximo de
cuatro meses tras terminar sus estudios o quedar desempleados", añadiendo
que "Para ello, los países tendrán que
poner en marcha sistemas de colaboración entre los sectores educativo,
empresarial y los servicios públicos de empleo, así como aplicar "acciones
que permitan la integración laboral". Palabras, palabras, palabras.
Y en su declaración manifiesta que con esta
medida se pretenden combatir los "intolerables" niveles de desempleo
en la Unión Europea y señala como dato que el desempleo juvenil supone un coste
de unos 153.000 millones de euros al año para toda la UE, en concepto de
prestaciones de desempleo y pérdida de ingresos fiscales y de seguridad social,
concluyendo que "No hay alternativa a la aplicación de estas garantías juveniles.
Son una inversión de futuro" y manifestando que "la UE contribuirá a su puesta
en marcha mediante instrumentos comunitarios como el Fondo Social Europeo
(FSE)".
Bien, ¿Pero de donde saldrá el dinero para
cumplir la Garantía Juvenil? y lo que más nos importa a los españoles después
de la recriminación de Angela Merkel, ¿Cuánto dinero vendrá para España para
combatir los insoportables niveles de desempleo juvenil que existen en este
país y que tanto preocupan a la Canciller Alemana?
Estos días ha estado en Madrid el Comisario
Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, Laszlo Andor, quien no había
podido comprometerse con ninguna cifra porque según había manifestado "la
dotación total de estas ayudas aún está siendo negociada en el marco del
presupuesto comunitario para el período 2014-2020". La prensa informa que se ha
reunido con el Secretario de Estado para la Unión Europea, Iñigo Méndez de
Vigo, y a este respecto Méndez de Vigo ha subrayado la necesidad de que el
próximo presupuesto comunitario (Marco Financiero Plurianual 2014-2020) disponga de recursos suficientes
para el Fondo Social Europeo, instrumento a través del cual se financiará la
Garantía Juvenil y que constituye una prioridad para España.
En estas estamos cuando el próximo jueves 7
de febrero se va a realizar en Bruselas el Consejo Europeo Extraordinario cuya
finalidad es lograr el acuerdo de los Estados miembros sobre el presupuesto
europeo acuerdo frustrado en el pasado Consejo Europeo de Diciembre
En el debate sobre el Presupuesto Europeo
la situación de España no era fácil. Ya se conocía a mediados de noviembre de
2012 la propuesta de presupuesto realizada por el Presidente del Consejo,
Herman van Rompuy, en la que España podría perder en los próximos 20 años
casi 20.000 millones en ayudas
regionales y agrícolas de la Unión Europea. El Presidente español manifestó,
con ocasión de una rueda de prensa posterior a la clausura de la Cumbre de
Cádiz, "No estamos de acuerdo y así se lo hemos trasmitido a Barroso",
indicando que a España le había parecido bien el documento de partida
presentado por la Comisión Europea que contemplaba unos 80.000 millones más
para el Presupuesto comunitario.
Posteriormente la propuesta del Presidente
del Consejo Europeo Van Rompuy abogaba por una "reducción radical" de las
Políticas dedicadas a la agricultura que España no comparte, como tampoco la
situación de la política de Cohesión y otras, cuestiones como las regiones
ultra periféricas y ciudades como Ceuta y Melilla. El Presidente Rajoy, se
presentaría en Bruselas en el Consejo Europeo de 13 de diciembre, sin haber
podido resolver su descontento por los recortes anunciados por el Presidente
del Consejo Europeo que afectaba a las dos partidas que más benefician a
España, los Fondos Estructurales, calculándose que España perdería más de 1/3
de las subvenciones regionales, y la Política Agrícola Común, calculando que
España perdería un 17% de las ayudas agrícolas, el Presidente Rajoy se
presentaba en Bruselas.
España evidentemente no podía aceptar el
"trágala", según explicaría elegantemente, unos días después el Presidente
Rajoy en el turno de réplica en el Pleno del Congreso para informar de los
resultados de este Consejo Europeo de diciembre: "El Consejo, como era
previsible, acabó sin acuerdo. Pero eso no debe sorprendernos; lo habitual es
que, por su complejidad, un acuerdo de éstos requiera más de una ronda de
negociaciones para acomodar los intereses de 28 países. Ni siquiera urge,
porque todavía disponemos de tiempo suficiente para alcanzarlo (hasta 2014).
Pese a no haber llegado a un acuerdo, volví moderadamente satisfecho, porque
España hizo valor sus argumentos y constaté una fuerte voluntad política de
nuestros socios para llevar a buen fin las negociaciones.
En concreto, esta postura española pasa
porque aceptar un aumento de la contribución española a las arcas comunitarias
-por el incremento del PIB de los últimos años- pero sin olvidar el impacto que
está sufriendo nuestra economía a consecuencia de la crisis, por reclamar que no
haya recortes en la PAC por su "gran impacto económico y social" y
por mantener los Fondos de Cohesión para regiones como Ceuta, Canarias o
Andalucía.
El presupuesto comunitario debe ser
catalizador del crecimiento y de la creación de empleo en la UE. Conviene
subrayarlo, porque hasta ahora no ha sido tenido suficientemente en
cuenta", ha explicado el presidente, señalando que los recortes de Fondos
de Cohesión de Política Agrícola Común (PAC) planteados para España iban
"más allá de lo razonable".
"Hemos defendido los intereses de España,
pero sin olvidar los del conjunto de la UE. Nadie podrá decir que España está
en actitud de mirar exclusivamente por su provecho y de espaldas a las
necesidades de Europa", ha defendido, avanzando que en el primer trimestre del
próximo año debería alcanzarse un "resultado satisfactorio para España y que
contribuya al interés general de la UE".
Ahora se reabre la discusión sobre el Presupuesto
Europeo en el Consejo Extraordinario de 7 de febrero de 2013 y es en este Consejo,
por tanto, en el que se debaten importantes intereses para España. El Presidente Rajoy lo sabe y
tiene un arma en la mano, la misma que empleó en diciembre, que es el de no
aceptar un marco presupuestario, siempre y cuando no le convenga a España y no
le convenga porque entienda, legítimamente, que sus intereses quedan gravemente
afectados.
Y es aquí donde el Presidente pueda
plantear tiene un arma, la grave situación del empleo en España y la grave
situación del empleo juvenil que
incluso le preocupa y le escandaliza a la Canciller alemana, quien como hemos
visto tiene que ir a Suiza a la Cumbre
de Davos para manifiesta su preocupación por el paro juvenil de España, que
según ella está entre el 50 y el 60%, aclarémosla que está en un 55%, no menos
escandaloso.
Tenemos 6 millones de parados y si seguimos
con los recortes, seguiremos destruyendo empleo y si esperamos que, como dice
Vidal-Folch, confiemos en una "etérea recuperación futura" nos encontraremos
que con este voluntarismo tampoco se va muy lejos a pesar del esfuerzo que esté
haciendo el propio país, es decir, nosotros los ciudadanos maltratados por la
consecuencias de un continuum de recortes sin percibir medidas claras de
reactivación.
Por eso no se debe de despreciar ninguna propuesta,
ni siquiera la reciente del PSOE de crear un Fondo Público para la financiación
de empresas de 20.000 millones y políticas activas de empleo, reciclaje y
empleo juvenil. Pero estamos en lo mismo, ¿de dónde va a salir el dinero? No
hay dinero, ni España ni en los países del Sur para destinarlo a la inversión
para el relanzamiento. Estamos en dos Europas, a una que la ha ido bien en el
Norte y a otra que le va mal en el Sur y la distancia no ha disminuido en los
últimos años, sino al contrario y la culpa no es solo de las malas políticas y
la mala gestión pública de los gobiernos europeos del Sur, sino también y sobre
todo de una débil o inexistente articulación de la Unión Económica y Monetaria,
singularmente de una inexistente Unión Económica.
El paro es el mayor problema que tiene
ahora Europa y España muy especialmente el paro
juvenil. La situación, como dice el Comisario Europeo de Empleo, es
dramática. Crear condiciones para el empleo no es cuestión de palabras, sino de
medidas, de voluntad política y de disposición económica. El Consejo Extraordinario de febrero no puede
plantearse una discusión sobre la base de reducir la propuesta de la Comisión.
Ha de asumir que tiene un gravísimo problema delante y que si no soluciona está
mal llamada Unión Europea no llegaría a 2020 o llegaría dividida o fraccionada y
realmente desmoralizada después de una generación de jóvenes perdida.
Y Rajoy lo sabe y por eso debe exigir en
Bruselas y en este Consejo Europeo una partida importante del Fondo Social
Europeo destinado al empleo y un plan de acción sobre el empleo juvenil dotado suficientemente
para que no parezcan penosas y lamentables las declaraciones vacías y las
ofertas de medio pelo como la última estrella del plan español propuesto para
los jóvenes, una tarifa plana de 50 euros de cotizaciones sociales a los nuevos
autónomos/emprendedores. Y los jóvenes se preguntan, ¿y qué hacemos con eso?,
¿Cómo y de donde podemos financiar nuestras iniciativas?. La Garantía Juvenil a
la que se está comprometiendo la Unión Europea y que debe asumir e impulsar el
gobierno español no puede quedar en
papel mojado.