CCOO asegura que el Sescam "ha
transferido a las gerencias provinciales de Atención Primaria la
responsabilidad de contratar sus respectivos servicios de seguridad".
En concrento, en Guadalajara, "sin concurso público", se ha cambiado de contrata, sustituyendo a Alerta y Control
por Ariete Seguridad. Esta provincia es la única que mantiene los tres puestos
de vigilante que tenía hasta ahora.
En las otras tres
provincias continúa Alerta y Control, pero con una reducción que el sindicato califica de "gravísima" porque la dotación
económica de la contrata "se traduce en una alarmante destrucción de empleo
-y en la consiguiente desprotección de
los centros sanitarios". Y es que Alerta y Control
presentó el jueves pasado un ERE para suspender estos 27 contratos.
En los centros de
salud de Albacete sólo quedará un vigilante de los ocho que había hasta ahora,
más otro a media jornada.
En Ciudad Real, se
suprimen dos de los seis vigilantes de Puertollano y los cuatro de Socuéllamos.
Los nueve de Ciudad Real estarán dos meses más, pero irán todos fuera a partir del 1 de abril. Curiosamente,
cuatro de ellos pasarán al centro de salud de Daimiel, que hasta ahora no tenía
vigilantes.
En Toledo capital se
mantendrán únicamente cuatro de los 11 que había hasta ahora; y en Talavera,
donde había cinco, sólo quedará uno y otro a media jornada.
Finalmente, Cuenca es
la única provincia cuya gerencia de atención primaria ya realizaba su propia
concesión del servicio de vigilancia; concesión que sigue vigente.
La Federación de
Actividades Diversas de CCOO denuncia la "destrucción de empleo" que supone esta
actuación del Sescam -a través de las gerencias provinciales de atención
primaria- y las consecuencias que
conlleva para la seguridad de los centros sanitarios y de sus usuarios y
profesionales.
Mientras esto ocurre, critican, "los dirigentes políticos de nuestra comunidad autónoma cuentan en cada acto
público con impresionantes despliegues de los cuerpos y fuerzas de seguridad
del Estado".