El cantón de los grisones y 125.000 cadáveres que a nadie importan
viernes 25 de enero de 2013, 08:36h
Nada
mejor para esconder algo que ponerlo a la vista de todos.
De
niños estudiamos la neutralidad de Suiza como una peculiaridad de su carácter
altamente civilizado y modernamente avanzado. Seguidamente se nos cuenta que
España se mantuvo neutral en las dos guerras mundiales y sacamos pecho, como
intentando convencernos de que somos una especie de Suiza meridional pero con
personas bajitas, morenas y ruidosas.
La
verdad es que nuestra neutralidad en ambas guerras se explica mejor desde la
escasez de recursos económicos, logísticos y bélicos que desde una bondad de la
que, seamos sinceros, carecemos completamente.
Tampoco
lo de Suiza tiene más mérito ni más altas motivaciones, sin embargo, el
posicionamiento nacido de su neutralidad y repetido generación tras generación
ha convertido al pequeño país alpino en un dechado de civilidad. Sin embargo,
visto con otra mirada, Suiza es hoy por hoy y desde hace años Corleone, ese
pueblo siciliano de escasos 15.000 habitantes que es la capital mundial del
crimen organizado.
En
Suiza la neutralidad es una falacia: es obvio que tomaron partido hace años
cuando empezaron a guardar los dineros opacos de todo el planeta, colocándose
de parte de los ladrones de alto copete del planeta y dejando de lado a todos
los demás. Ellos son una parte importante y activa de la crisis que estamos
padeciendo ya va para cinco años.
En
Suiza es donde todos los capos colombianos de los 90, los capos mexicanos
actuales, los nazis fugados del tercer Reich, los dictadores latinos de los 70,
los dictadores africanos de los 80, los dictadores asiáticos de los 60, 70, 80
y 90; todos los defraudadores de todos los tiempos, los traficantes de armas y
los señores de la guerra grandes o pequeños esconden sus dineros sucios con la
connivencia de un incomprensible secreto bancario y con la complicidad de
políticos y gobernantes de toda laya y nacionalidad.
Años
atrás creíamos que en Suiza solo tenían pasta los Buffet, Rotschild,
Onassis y demás millonarios con pedigrí. Hoy sabemos que el listón ha
ido cayendo hasta López Viejo -no me extrañaría que Amy Martin y
la acémila de su exmarido guardaran por aquellos lares parte de lo estafado al
estado-, Correa, el Bigotes y quién sabe cuántos poceros de medio
pelo. En el deterioro se ha pasado por Koplovitz, Botines, Pujoles,
Bárcenas y otros espléndidos notables de cuello blanco y alma negra.
Lo
cierto es que nunca nadie se mete con los suizos, como si lo que hicieran fuera
normal o provechoso para la humanidad. Desde mi mirar pasmado, Suiza es el
centro operativo mundial de la peor y más inescrupulosa mafia del planeta: en
todos los países que conozco, sensatos e insensatos, el fraude fiscal y la fuga
de capitales son delito y al necesario cómplice suizo nada le ocurre nunca ni
los crímenes y delitos que amparan y propician intelectual o son perseguidos
policial o judicialmente.
¿Cómo
permitimos en medio de Europa una cueva de ladrones vestida de Armani? Suiza no
pertenece a Europa, pero se beneficia de todas nuestras ventajas. Suiza es
chorizolandia con corbata de Hermes y no aporta un ápice ni al PIB conjunto ni
a las soluciones necesarias, au contraire, Suiza nos está descalabrando
mientras nuestros gobernantes miran para otro lado: de España han salido en los
últimos 18 meses 200.000 millones de euros hacia los bancos transalpinos, de
Italia otro tanto y más de 400.000 de Grecia. Perdónenme, pero con 6 millones
de parados menos 35.600 personas en España, sacar un solo euro del país de
manera fraudulenta debería ser considerado un delito de lesa patria.
En
estos días están reunidos en Davos los ricos y poderosos del planeta en esa
feria de las vanidades con nombre prosopopéyico que es el Foro Económico
Mundial. Davos está en Suiza, en el cantón de los grisones. Desafortunadamente,
ni los parias del mundo ni los 125.000 seres humanos que morirán de hambre
durante los cinco días que dura el Foro tendrán voz allí. Bueno, ni el
presidente Rajoy que se ha refugiado en casa de Ollanta Humala,
al otro lado del Atlántico. ¿Será verdad que Botín no lo ha invitado?
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (6)
17396 | Amparo Godella - 27/01/2013 @ 21:15:05 (GMT+1)
Un chocolate exquisito, la fondue para morirse, relojes de precisión, lápices de colorinas y navajas top con todos los extras que dejan a las albaceteñas a la altura del betún. Eso es lo que pensamos los ciudadanos de a pie de ese rinconcito de calma y tranquilidad, ese precioso país Alpino tan neutral, civilizado y laborioso. Pero queda bien clarito que aunque sus navajas nos superen, parece que en cuento a chorizo también está a la altura, pues eso señor Pascua, ha estado usted muy aTINAdo y que corra la voz
17380 | Charly AGONÍAS - 27/01/2013 @ 02:21:13 (GMT+1)
Sólo deseo preguntar honestamente: ¿es honrado dedicar todo el esfuerzo posible en ser rico o todo lo que he aprendido desde que tengo uso de razón es erróneo?
Gracias a quién me lo explique.
17361 | @kroker y @Mauro - 26/01/2013 @ 17:42:20 (GMT+1)
A veces no sé si estamos en manos de imbéciles o mde tíos muy listos. Que Davos esté en Suiza es como una bofetada con guante de hierro y puño de hierro en la jeta de Europa; que no lo notemos es tan raro como que en tan enjundioso Foro sea Merkel la que defienda a los parados españoles y no el presidente Rajoy. Un saludo a ambos y gracias por mlecturas y comentarios. ;)
17345 | Mauro - 26/01/2013 @ 11:20:22 (GMT+1)
Leo tu artículo Pascua y no dejo de preguntarme cómo no se habla más de algo tan evidente y que está a la vista de todos. Gracias de nuevo por abrirnos los ojos, al menos, los míos!
17346 | Mauro - 26/01/2013 @ 11:20:22 (GMT+1)
Leo tu artículo Pascua y no dejo de preguntarme cómo no se habla más de algo tan evidente y que está a la vista de todos. Gracias de nuevo por abrirnos los ojos, al menos, los míos!
17323 | kroker - 25/01/2013 @ 12:32:41 (GMT+1)
Resulta evidente que lo que has dicho con relación a ese país es más que evidente, pero precisamente por eso, no hay que dejar de repetirlo una y otra vez. En el pasado siglo y en este, los medios de comunicación (tampoco voy a descubrir el gofio con esto) han sido los centuriones de lo políticamente correcto, es decir, la historia, las noticias, la realidad pasada y presente se interpreta con relación a unos criterios precisos, y pobre de aquel que ose ponerlos en entredicho. Le funcionó bien a los EE. UU., cuando la guerra con España en 1898 que quizá sea el momento inaugural de la intoxicación mediática, y a partir de ahí, todo lo demás o fue propaganda nazi o bolchevique, o lo que hiciera falta.
A los políticos, banqueros, empresarios, altos funcionarios de lo que sea, no les interesa tocarle un pelo a Suiza, y en general a ningún paraíso fiscal. Se puso en evidencia en las cumbres del G-20, que algo había que hacer, pero al final todo quedó en nada; son ellos los principales interesados en que nada cambie.
Nosotros solo podemos aspirar en este país, a hacer las cosas de otra manera, a que por lo menos la corrupción a todos los niveles no acabe por terminar arruinado el régimen, y a la nación entera. Algo habrá que hacer, pero mientras tanto, las encuestas siguen diciendo que al PPSOE el seguirán votando.
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