miércoles 23 de enero de 2013, 09:08h
No es un hecho aislado. No se trata de episodios de cuatro
corruptos de andar por casa. La corrupción forma parte del sistema y se ha instalado
entre nosotros. Aflora de vez en cuando y, a la larga, nadie le pone remedio a pesar
de la urgencia de la necrosis.
Para eso, para que resida entre nosotros como la peste, debe
tener aliados que ayuden a que se instale cómodamente en las instituciones y en
las costumbres. El silencio, la profesionalización de la política, la escasa transparencia,
son los mejores socios de un sistema corrupto.
Los partidos cuando callan, los cargos públicos y orgánicos,
si miran para otro lado, son firmes aliados a que la gangrena y la necrosis nos
destruya a todos. Y digo bien: a todos.
Pasan los hechos de corrupción, como aislados, siendo los
recorridos informativos cortos y justa la memoria. Parece como si no fuera más
que un episodio que se sucede, como la muerte de un familiar, irremediablemente
y cada cierto tiempo. Por eso el silencio es cómplice.
Los sobres de Bárcenas bien repartidos entre numerosos
dirigentes del Partido Popular revelan lo que muchos habían sospechado antes:
la corrupción está instalada en el corazón del sistema.
Y a mi me da igual que suceda en un partido o en otro. Me
dolería más, me rebelaría en mayor medida, si fuera en el partido socialista.
No fue ajena la izquierda, como ahora la derecha, del hecho de que pudiéramos
vernos infectados de esta miseria.
Por eso, aquellos que señalan con el dedo y confiesan el "y
tú más", aquellos que ante la corrupción de los conservadores -larga en nuestra
historia- te contestan que los socialistas también tuvieron episodios de este
tipo, estos, digo, son también aliados de la corrupción tratando de despistar
el objetivo de tirar al mar de la historia a los corruptos, vengan de donde
vengan.
Los profesionales de la política son aquellos que, como
parásitos, viven en el interior del órgano impidiendo que los ciudadanos
participen en la democracia. No se trata de denostar a la política, sino de
hacer políticos en cada una de las decisiones públicas de los vecinos.
La escasa transparencia es el medio por el que corruptos y
profesionales se convierten en los vividores de la cosa pública. No se puede
mirar para otro lado, se debe limpiar nuestra democracia de sablistas de la
libertad y de parásitos de las instituciones.
@AntonioMiguelC
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
17242 | Rosa Paredes - 23/01/2013 @ 15:19:03 (GMT+1)
Sr. Carmona, gracias por su interesante artículo. Dice Vd, entre otras cosas, que la corrupción forma parte del sistema y se ha instalado entre nosotros. ¿Y qué hacer para erradicar la misma? Lo malo de la sarna es que por mucho que frotes, sigue picando. Creo que las heridas graves, hay que atajarlas con medidas drásticas. No se pueden aplicar, a las mismas, simples "pañitos calientes". De hacerlo, terminan gangrenándose.
Saludos
Rosa Paredes
http://rosaparedes-rosa.blogspot.com
17240 | VICTOR HUGO - 23/01/2013 @ 14:50:35 (GMT+1)
NINGUN CAMELLO SE VE SU JOROBA APLICATE EL CUENTITO .HARTAZO DE ESTA CASTA POLITICA DEGENERADA .FAISAN ERES CON COCA ,MERCASEVILLA CATALANES RICOS EN SUIZA BARCEN..AS EN SUIZA RELEJES DE ORO TXO.Y DEMAS ESTAFADORES ..BLA B.LA TODO Y TU MAS EL UNICO QUE VALE ES MARIO CONDE QUE PAGO POR DESENMASCARAR A LA BANCA .ASI NOS VA A LA SOCIEDAD .NO ME CUENTES MILONGAS TU ESTAS EN EL MEOLLO.
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