¡Fíjate que si va el 13 y nos sorprende!
jueves 03 de enero de 2013, 09:18h
Acaba de empezar el año y en los mercados financieros hay ambiente
de optimismo. Ya imagino que alguno habrá dejado de leer, y no puedo
reprocharlo, porque poco hay en estos tiempos que convoque tanta antipatía. Por
muchos motivos, pero generalmente por una razón sencilla, y es debido a que no
funcionan del modo en que cualquiera esperaría, es decir, del modo en que en
economía se justifica su existencia: ¿Qué es el mercado en economía?
El mercado es el lugar de mayor eficiencia en asignación de recursos. Ya se que
si ha aguantado hasta aquí, ahora si que lo deja. Pero amigo, es lo que se
enseña en los manuales a los estudiantes de economía, y será por algo.
Y digo optimismo, porque la primera sesión del año, ofreció todos
los requisitos de un día de los de mucho, un día de los de todo, de esos que en
los titulares obligan a hacer uso del término eufórico. Subida bursátil de las
intensas (más de un 3,4%), retroceso de la prima de riesgo a niveles de abril
del año pasado, con un descenso que fue además de los más intensos que se han
producido sin que mediase intervención de autoridad alguno, sin duda animado
por el acuerdo de última hora en EE.UU. que permite subir los impuestos a las
rentas más altas por primera vez en dos décadas, pero también, por qué no, por las
recientes declaraciones del Ministro de Economía Luis de Guindos, que seguro que le han costado lo suyo, en las que
se atrevía a pronosticar creación de empleo en la parte final de año. Ole, ole
y ole. ¡Fíjate si resulta que va el año, precisamente el terminado en 13, y nos
sorprende! El caso es que en economía no hay milagros, y si bien la economía es
también un estado de ánimo, el buen ánimo no corrige de desequilibrios.
De hecho es el esfuerzo de muchos el que hace posible lo que de bueno
hay en lo que ocurre y que tiene que ver con la reducción del déficit exterior
a través del descenso de la importaciones, correspondiendo la otra parte a las
consecuencias del esfuerzo de las pequeñas y medianas empresas para buscar
nuevos mercados más allá de España, y más allá de Europa.
Como lo que manda es el calendario gregoriano, las gentes de los
mercados, donde se gestionan el ahorro y las pensiones (no lo olvidemos), hacen
tabla rasa y comienzan desde cero. Que los mercados no vayan mal, a usted no le
perjudica. Si no le atraen, y no debe sentirse mal por eso, acaso atraen
capital exterior, y si las cosas no se tuercen en demasía a mi eso me parece
bien.
Imagínese dentro de seis meses. Suponga que la bolsa española haya
subido casi un 40%. Suponga que la prima de riesgo se haya reducido a la mitad. Suponga que
el capital exterior esté comprando deuda pública, suponga que la deuda exterior
disminuye, suponga que con nuestro ahorro nos apañamos para nuestras necesidades
de inversión y consumo, es decir, que ya no precisamos que nos presten dinero
fresco, de hecho que lo estamos devolviendo.
Si usted sigue la actualidad económica, sabe que estoy jugando al ratón
y al gato. Lo que estoy haciendo no es
un deseo, ni una carta a los Reyes Magos, es describir lo que ha ocurrido del
verano hasta aquí. ¿Y si resulta que esto continua y como suele ocurrir los
mercados financieros se anticipan con un cambio seis o nueve meses antes? ¿No
estaría bien?
Soñemos siquiera por un día ¿a quién hace daño? Los que como yo queremos
a la gran gente de Diariocrítico
que tan injustamente ha sufrido estos días, no podemos empezar el año sin
darles ánimo, y recordarles las cosas buenas que tiene la vida. Aunque sean
mitad reales, mitad sueños.
Analista y consultor
Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios
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