Esta semana, el pleno del
senado ha durado tres días. Martes, miércoles y jueves. Preguntas, interpelaciones,
presencia de Rajoy, mociones, proyectos de ley de lucha contra el empleo
irregular y el fraude a la seguridad Social, medidas urgentes contra incendios
forestales, prohibición de la prostitución en zonas de dominio público, tratados
y convenios internacionales. Mucho tajo y toda una apisonadora. El PP no ha
admitido una sola enmienda de nadie. Decían mentirosamente que querían
convertir el Parlamento en el centro de la vida política. Eso decían. Mentira.
Practican la política del martillo pilón. Hemos hablado con los socialistas y
los nuevos apestados, nuestros amigos de CIU. El año que viene vamos a
protestar ante este abuso de poder. Haremos cosas.
Al final, el presidente ha
deseado una feliz navidad. Y tras cerrar el periodo de sesiones, de repente, los
del PP han empezado a cantar un villancico en el hemiciclo. Tenían un papel y
se lo he pedido a un senador valenciano. Me lo ha dado. Es éste:
Estos peperos siguen
creyendo en los reyes. Pero el rey no va a celebrar la navidad a un comedor público
sino lo hará en La Zarzuela con su yerno imputado. Veremos que dice en el Mensaje
de Fin de Año. ¿Volverá a repetir eso de que la Justicia es Igual para todos?. En
lugar de un nacimiento, ¿pondrán un elefante?.
Todos los años teníamos
regalitos y postales en el despacho. Este año ninguno. Solo una botella de un
opositor venezolano que no puedo llevar en el avión. Pero no importa. Se pueden
celebrar unas navidades modestas y frugales, pero alegres. La gente tiene ganas
de que en el 2013 se abra el cielo. Confiemos en ello.