En sus declaraciones sobre el 'Caso Bankia'
Rato se 'lava las manos' y responsabiliza al Gobierno y al Banco de España
jueves 20 de diciembre de 2012, 19:50h
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha
desvelado hoy en la Audiencia Nacional que, poco antes de su dimisión,
el Gobierno le pidió un nuevo plan para la entidad, a pesar de que el
anterior tenía el visto bueno del Banco de España, según han informado
fuentes jurídicas.
En su declaración ante el juez Fernando
Andreu, Rato ha explicado que a finales de marzo el grupo financiero
presentó al supervisor un plan de saneamiento para cumplir con las
provisiones inmobiliarias impuestas por el Gobierno en su primera
reforma financiera a principios de año.
Posteriormente, en los
primeros días de abril se completó con otro plan, a iniciativa de
BFA-Bankia, que resolvía algunas dudas sobre la matriz (BFA) y que fue
elaborado por Deloitte, la misma compañía que auditaba al grupo y que
participó activamente en su salida a bolsa, ha recordado Rato.
El
que fuera vicepresidente del Gobierno ha añadido que el proyecto, que
serviría para cumplir con las exigencias de provisiones y disipar
cualquier incertidumbre, recibió el visto bueno formal del Banco de
España en una misiva remitida a su atención el 17 de abril.
Sin
embargo, a pesar de la aprobación por parte de la institución
competente, Rato ha revelado que las "autoridades" le pidieron que
hiciera un nuevo plan en el que contemplara una caída de la economía
española peor que las previsiones más pesimistas.
Y una vez más,
convencido de que Bankia podría salir adelante, Rato se puso a trabajar
con su equipo para diseñar en las últimas semanas de abril una nueva
estrategia, que garantizara la continuidad de la entidad ante escenarios
inimaginables y le permitiría cumplir con hipótesis de futuro mucho más
estresados.
Además, siempre según las mismas fuentes, Rato ha
añadido que el Gobierno estaba siendo informado de los principales ejes
de dicho plan, pero la aprobación finalmente no se produjo y decidió
dimitir sintiendo que había perdido la confianza de las autoridades.