El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles
que su Ejecutivo llega al 2013 "con los deberes hechos" porque las
reformas que han tomado en este año "ya marcan un punto de inflexión en
el rumbo" de la economía. En este sentido, ha indicado que ya hay datos
positivos que evidencian que España avanza "en la buena dirección" y ha
recalcado que, a diferencia de lo que hacía su antecesor, él "no vende
nada" que no tenga unos "cimientos sólidos".
Así lo ha manifestado en la tradicional cena del PP de Madrid
celebrada en Arganda del Rey, en presencia del presidente de la
Comunidad de Madrid,
Ignacio González, la presidenta del PP madrileño,
Esperanza Aguirre, la ministra de Sanidad y Servicios Sociales,
Ana
Mato, y la alcaldesa de Madrid,
Ana Botella.
Ante casi un millar de militantes, Rajoy ha afirmado que el PP es
un partido que está demostrando que está "a la altura de las
circunstancias" y ha justificado las duras medidas que está tomando su
Ejecutivo recalcando que heredaron una situación "desoladora". Dicho
esto, ha dicho comprender el "descontento" y las "críticas" pero ha
subrayado que son la única alternativa para salir adelante.
"Es un buen día para agradecer esos esfuerzos solidarios a los
madrileños y españoles, y agradecer la comprensión y solidaridad que
demuestran muchos ciudadanos, incluso muchos que se han visto afectados
en sus intereses particulares", ha subrayado, para añadir que está
"orgulloso" de formar parte de un país que "hace piña" en los momentos
difíciles, apoya a los más vulnerables y se siente "capaz de volver a
recuperar el vuelo".
Al hacer balance de este primer año, ha afirmado rotundo que las
reformas han empezado a cambiar las bases de la economía español y ha
añadido que esas medidas seguirán tomándose en los tres años restantes
de legislatura. "Este camino no tiene avituallamientos a cada paso ni
recompensas inmediatas pero es el único que conducirá a las metas de
bienestar y creación de empleo", ha apostillado.
En este sentido, ha recalcado que sus reformas "ya marcan un punto
de inflexión en el rumbo" de la economía española. "Inauguramos un año
con los deberes hechos y los hemos hecho en medio de unas dificultades
inmensas y eso no quiere decir que vayamos a tener un año menos
complicado, va a se muy difícil", ha señalado.
No hay soluciones "mágicas" Rajoy ha destacado que llegan al 2013 "con los deberes hechos"
porque las reformas "ya marcan un punto de inflexión" en el rumbo de la
economía española. En este sentido, ha indicado que ya hay datos
positivos que evidencian que España avanza "en la buena dirección" y ha
recalcado que, a diferencia de lo que hacía su antecesor, él "no vende
nada" que no tenga unos "cimientos sólidos".
Aunque ha dicho que no hay "ungüentos mágicos ni pócimas
curalotodo", ha insistido en que ya hay algunos indicadores positivos
que apuntan a la recuperación. "Avanzamos en la buena dirección y esos
datos adelantan con varios meses de antelación el pulso futuro de la
economía real, que es la que vivimos todos", ha dicho, lanzando un
mensaje de esperanza a los asistentes.
Rajoy ha advertido de que si no hacen políticas reformistas
estarán "condenando" a España a que se le cierren las puertas del
futuro. "Y eso no lo podemos permitir, se lo debemos a nuestra historia
como nación, a nuestro futuro y sobre todo se lo debemos a nuestros
compatriotas que en los momentos difíciles han demostrado estar a la
altura de las circunstancias. No estoy dispuesto a que España deje pasar
esta oportunidad. El tren de las reformas es el tren de futuro y con
esfuerzo y trabajo duro, todos lo españoles vamos a tener un billete
para ese futuro", ha exclamado.
El estado de las autonomíasDurante su discurso, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que "el
éxito" del sistema autonómico se ha basado en el "espíritu de
cooperación y en el entendimiento" entre administraciones, así como en
el "trabajo leal" de aquellos que sirven a los ciudadanos tanto desde el
gobiernos central como autonómicos. "Los gobernantes debemos mantener
esta altura de miras, responsabilidad y la vocación de servicio que
implica remar todos a una con la vista puesta en nuestra meta común, que
es el interés general de todos los españoles", ha enfatizado.
El mismo día en que CiU y ERC han sellado su acuerdo de gobierno
en Cataluña, el presidente del Gobierno ha pedido que "nadie se lleve a
engaño" porque el mundo va hacia procesos de unión. "Es tremendo estar
en un debate europeo hablando de la unión bancaria, fiscal monetaria y
política y hay quien hable de separación división o desunión es ir
contra el signo de los tiempos", ha recalcado, después de que esta
mañana el portavoz de ERC en el Congreso,
Alfred Boch, sacara este tema
en el debate sobre el Consejo europeo.
"Nosotros no vamos a ir contra el signo de los tiempos. El mundo
de mañana mismo va a ser un mundo que no tendrá nada que ver con el
mundo de hace 10 año y ahí espala, una España grande, poderosa, con una
economía competitiva, buenos trabajadores y empresarios, ha de encontrar
su ligar -ha exclamado-. Y estoy convencido de que los españoles
estamos capacitados para que ese lugar sea el que hemos tenido en muchos
momentos de nuestra historia, que es la primera división".
Finalmente, el jefe del Ejecutivo ha apelado a la solidaridad de
los españoles en varias ocasiones dado que hay muchas personas que lo
están pasando mal. "En esas navidades la solidaridad no solo es buena y
deseable sino una llamada imprescindible para todos. Por eso os pido que
en la medida de las posibilidades de cada uno ayudemos a quien peor
está o quienes menos tienen o mas lo necesitan", ha demandado a los
militantes del PP madrileño presentes en la cena navideña.
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