Vascongadas está tranquila, sra. baronesa
viernes 14 de diciembre de 2012, 10:40h
Una de las cosas que me
han llamado la atención de estos días de incendios de todo tipo, políticos por
supuesto, ha sido el silencio hispano hacia lo que ocurría en Euzkadi. El miércoles,
debate y votación en el Parlamento Vasco; el jueves elección de Iñigo Urkullu
como quinto Lehendakari. Y con debates donde ha intervenido la Izquierda
Abertzale y el PP y el PSE y hasta UPyD haciendo normal lo que es normal a
nivel de calle. Y con las consabidas manifestaciones sociales en la puerta del
Parlamento. Pero no ha sido noticia ni el debate, ni la confrontación de
portavoces y candidatos, ni el programa, ni las intervenciones. Nada de nada. Si
preguntamos en Madrid que pasa en Euzkadi, nos contestarán. "¿Pasa
algo?". Pues sí, pasa mucho. Y es que la normalidad se hace dueña de la
vida política, algo soñado por generaciones que cuando acaba de llegar, nadie
la aplaude, nadie la valora.
Por una parte está bien.
La normalidad no suele ser noticia. Lo es Wert con sus provocaciones, lo es
Rajoy por sus incumplimientos, lo es Díaz Ferrán por sus robos, lo es Cervera
por su odisea de panchito, lo es la familia de Pujol por las arremetidas que le
está haciendo El Mundo, lo es Pepiño Blanco por su casa, al parecer mal pagada,
lo es el Athletic por perder ante el Eibar, lo son los sanitarios y educadores
por su huelga, pero no lo ha sido la normalidad de que a un Lehendakari
socialista le sustituya uno del PNV, tras un período de tres años y medio. Y
con toda el agua que corrió bajo los puentes. Y con todas las limitaciones
presupuestarias, pagas de navidad incluida, producto de una crisis salvaje.
¿La razón?. No ha habido
atentados y ETA ha decretado su cese definitivo de las armas. Parecería que
para que lo vasco sea noticia hace falta que la sangre corra. Lo demás, no lo
es. Y como digo, por una parte está bien, por la otra es algo anómalo que no
ocasione en Madrid la menor reflexión ni sea noticia, al primarse más la
política espectáculo, o la política confrontación que la política resultados y
gestión. Que esto ocurra dentro de tres años, se entiende. No ahora. Y para
colmo ETB pone el mismo día el telemarathon como para decirnos que es más
importante una colecta popular (muy respetable), que se podía haber hecho otro
día, que lo que le va a ocurrir al país los próximos cuatro años. Con semejante
criterio de pez, no nos extrañe que la política esté como esté.
Así como la presunción
de inocencia no existe en España, tampoco se valora el trabajo bien hecho y
sobre todo la normalidad. En el fondo este es un rasgo de sociedad inmadura que
no sabe poner las cosas en su sitio y por orden. Pero ¡que se le va a hacer!
La noticia es que
Euzkadi no es noticia. Y para que lo sea tiene que haber o algún atentado o que
un elefante le pise el pie al lehendakari.
Mejor. Así, con el
trabajo sordo y diario, cuando los de la adormidera despierten se preguntarán: ¿Pero
qué ha pasado aquí?. Pues muy sencillo. Mientras vosotros perdíais el tiempo
con lo secundario nosotros abordábamos los problemas de raíz para darle
solución. Y así nos va de bien.