La desamortización financiera
domingo 09 de diciembre de 2012, 14:02h
El Gobierno de Rajoy malgobierna la crisis
pero, al igual que el que reparte, intenta dejar para sí las mejores
cartas, por floja que sea la partida. O al menos las cartas que entiende
que son las mejores: la educación y la economía. Por eso el ministro Wert
sigue con su reforma -para otros contrarreforma- educativa, que resta
poder a las comunidades autónomas, y por eso mismo también el ministro Guindos intenta
laminar el poder autonómico en las fundaciones que controlan o
participan en las cajas de ahorros privatizadas. Hay más actuaciones de
este tipo en marcha -en la sanidad, por ejemplo, es cada vez más
evidente el afán privatizador-, pero tal vez ninguna otra es de tanto
calado social y financiero como las dos primeras jugadas.
El proceso privatizador de las cajas,
depositarias de la mitad del sistema financiero a comienzos del siglo
XXI, es una verdadera desamortización financiera de incalculables
consecuencias negativas, tanto económicas como sociales. Lo que sí se
sabe, para mayor gloria de la banca privada, es que bajo el eufemismo de
su reforma se privatizaron a precio de saldo unas instituciones que
atendían a millones de ahorradores y a toda la sociedad, la cual, además
de un buen servicio financiero, recibía de las cajas un dividendo
social en forma de actividades culturales y asistenciales. Hay expertos
en las cajas, como el historiador y periodista José Castro López, que consideran que la historia será "severa" con "todos los culpables de ese expolio a los ahorradores modestos", que son muchos, "porque había otras fórmulas para reformar las cajas".
También en este caso habrá drama social: unas 10.000
personas de los bancos nacionalizados se irán a la calle, ya que su
reestructuración supone una reducción de activos superior al 60% y una
rebaja de la red de oficinas del 50%. Un triste final, porque las
condiciones impuestas por Bruselas son realmente draconianas. Es el
precio de la llamada ayuda financiera de Europa. La misma Europa en la
que Merkel consigue que el BCE, con competencias reforzadas de
supervisión, no pueda ver las cuentas de la banca regional de Alemania,
donde también hay de todo, como había en las cajas españolas.
@J_L_Gomez
Fundador y editor de Mundiario, también es columnista de la agencia Europa Press. Tertuliano de TVG y Radio Galega, colabora en La Región. Dirigió Capital, Xornal y La Voz de Galicia. Ex director editorial de Grupo Zeta. Autor del libro Cómo salir de esta. Coeditor del Anuario del Foro Económico de Galicia.
Twitter: @J_L_Gomez
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