Una de las dos miradas al futuro: España 2020
miércoles 28 de noviembre de 2012, 21:17h
"More and more and not
enough" Más y más y no suficiente. He
querido resumir en estas pocas líneas cual es mi visión sobre el futuro.
Comienzo con una frase sacada de un reciente artículo de The Economist porque creo que refleja
mejor que otras muchas el sentimiento más compartido. Mis conclusiones son vivas, pues tengo
la fortuna de escuchar y hablar a muchas personas. Escucho, pregunto, y a veces
comento. Mi objetivo es básicamente egoísta, y consiste en extraer la
información que me permita hacer la mejor composición de lugar posible sobre el
futuro.
No
es desde hace mucho tiempo que empieza a poder dibujarse el paisaje del futuro.
Para ser más preciso, varios paisajes que podemos resumir en dos. Uno, es el que parece que se persigue, y
el otro, al que probablemente nos estemos dirigiendo. Los dos son muy
diferentes, y todavía no sabemos cual de los dos tiene más probabilidades de ser
el final.
Hoy nos centraremos en el primero, en el que parece que las cosas
van funcionando. Pero recuerde, estamos en 2020:
España
ha sufrido un largo proceso de ajuste fiscal que culminó en 2014 cuando se
alcanzó el equilibrio fiscal
estructural, lo que ha permitido que la deuda pública se haya estabilizado en
los últimos años en niveles inferiores al 100% del PIB. El Estado se ha reorganizado tras duras negociaciones entre las CCAA,
dando lugar a un nuevo modelo de financiación reforzado con una profunda reforma
constitucional, permitiendo aparcar las demandas soberanistas que han encontrado
acomodo en el nuevo modelo de reparto.
Hace ya siete años que la balanza corriente es positiva, y España está ya
devolviendo anualmente al exterior, a un ritmo del 2% de su PIB, el dinero que tomó prestado
durante los años de la
burbuja. La población ha descendido en 2 millones.
La población ocupada que llegó a ser poco más de 16 millones a
mediados de 2013 en el momento más agudo de la crisis de empleo, es ahora de
18,5 millones, y la tasa de desempleo se ha reducido hasta el 14%. En 2005 con 18,3 millones de personas
ocupadas, la tasa de desempleo era del 10%.
La profunda reforma del sistema financiero cambió por completo el
sector. La financiación del BCE que llegó a ser de más de 400 mil millones en
2012 se ajusta ahora al tamaño del PIB, y las poco más de 10 entidades
financieras resultantes de la crisis acuden con normalidad a los mercados. El
modelo de financiación de la economía, antaño basado en garantías inmobiliarias,
ha dejado paso a un sistema financiero mucho más equilibrado donde las empresas
encuentran financiación para su crecimiento a través de modelos basados en las
cuentas a cobrar, y son comunes las
operaciones de financiación mediante operaciones de factoring sindicado y
titulizaciones. Las empresas acuden ahora directamente a los mercados
internacionales de financiación. Como consecuencia se ha desarrollado un
profundo mercado secundario de deuda corporativa y la financiación directa de
proyectos al margen de la banca alcanza ya el 30%.
Las
políticas de ajuste, que afectaron con fuerza a rentas, salarios y beneficios y
que provocaron una fuerte devaluación interna que mejoró hasta un 20% la
competitividad de la economía española en el quinquenio 2009-2014, dejaron paso
a partir de entonces a las políticas de reforma y crecimiento. Estas políticas dirigidas a mejorar la competitividad y la
internacionalización han favorecido la concentración empresarial incrementando
el tamaño medio de las empresas. Para ello ha
sido precisa una profunda revisión de los regímenes regulatorios aprovechando la
reorganización del Estado ahora más eficiente tras la reforma constitucional que
consagra el principio "una responsabilidad, una administración". El consenso de los partidos políticos
alrededor del Pacto de Toledo ha conseguido una reforma profunda del sistema de
pensiones, que ahora es mixto, con un sistema público sostenible que garantiza
rentas mínimas a la población al tiempo que se estimula el ahorro mediante
fondos de pensiones privados.
Con
la desaparición del estigma nuclear en Europa, y la puesta en marcha del nuevo
Plan energético nacional, España tiene prevista la próxima entrada en
funcionamiento de su nuevo parque de centrales nucleares que junto a la
energía procedente de
su amplio parque de plantas eólicas
y solares va a reducir de forma muy significativa la dependencia energética de los
combustibles fósiles de importación. España continúa siendo la potencia turística que era hace 10 años,
pero también ha sido capaz de orientar sus exportaciones hacia las áreas
del mundo de
mayor crecimiento, incrementando hasta el 50% del PIB sus exportaciones, y
centrándose en aquellas de mayor valor añadido.
Ha sido un tránsito difícil para nosotros y para muchos otros en
Europa, pero hoy continuamos compartiendo el euro con los mismos países que lo
compartíamos cuando en 2010 con ocasión de la manifestación de la crisis en los
países del sur de Europa y especialmente en 2014 a consecuencia del estallido
social provocado por las reformas en Francia, el euro estuvo a punto de
desaparecer. Hoy, gozamos de un sistema de unión fiscal y bancaria que garantiza
similar estatus a todos los ciudadanos de la Unión, y desde la puesta en marcha
de las emisiones europeas de deuda, el euro comparte junto al dólar el lugar de
divisa de reserva que en algún momento estuvo amenazado por el yuan chino. La
independencia energética lograda por los norteamericanos y el fuerte crecimiento
de la demanda interna en China que ha pasado en apenas 10 años a explicar el 50%
de su PIB permiten al mundo mirar de nuevo al futuro con renovada esperanza,
algo que parecía un sueño muy difícil de alcanzar cuando allá por 2014 la crisis
amenazaba con romper definitivamente a Europa en dos, separando a los países del
próspero norte liderados por Alemania, de los del pobre sur, con Francia
incluida. Fue
cuando las revueltas sociales de 2013 y 2014 amenazaron con romper el euro y
llevar al poder a gobiernos débiles incapaces de proveer soluciones de largo
plazo, centrados en satisfacer las demandas de seguridad de la población
mediante medidas populistas que más allá de calmar las demandas inmediatas de la
población, amenazaban con llevar al sistema de libre mercado a su extinción para
ser sustituido en el mejor de los casos por regímenes autocráticos.
Afortunadamente la política europea fue entonces escrita en mayúsculas, y lo que
en un momento temimos que fuese el fin del proyecto europeo es hoy, en 2020, una
de las zonas del mundo que mayor estabilidad proyecta sobre el conjunto de la
economía mundial.
Dejamos
el otro paisaje para el siguiente
artículo.
Analista y consultor
Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios
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