2013 será mejor que 2012 y 2014, el año de la recuperación, estamos saliendo de lo peor de la crisis... son algunas de las frases pronunciadas por
Mariano Rajoy en las últimas fechas, las cuales han sido tachadas de excesivamente optimistas, no sólo en ámbitos nacionales, sino también fuera de nuestras fronteras. Recuerdan a Rajoy que España sigue amenazada por los mercados, que la prima de riesgo para financiar la deuda sigue alta y que la sombra del rescate europeo no se ha perdido aún.
El caso es que Rajoy ha preferido cambiar de estrategia y, aunque no niega que son tiempos difíciles que piden más reformas y ajustes,
está lanzando medidos mensajes optimistas. Ayer, cuando estaba en la planta de Renault en Palencia, el presidente presumió de que el sector del automóvil se está salvando en España respecto a la crisis que afecta a casi todos los sectores económicos. Además, dijo que
este sector tirará del resto de la economía en los próximos tiempos y, por último, presumió también de que gracias a su reforma laboral, tan polémica y que ha originado dos huelgas generales en apenas 8 meses, ha sido la causante de que se hagan producciones como ésta que inauguró en
Renault, que generará unos 1.300 empleos.
Olvida Rajoy que esa cifra, aunque muy grata, sobre todo para esa región de Castilla y León, es realmente poco significativa en términos absolutos y nacionales. A finales de octubre se pudo saber que
en el último año, la economía española ha destruido unos 850.000 puestos de trabajo, que hacen una media de unos
2.000 empleos menos cada día. Es decir, dicho de otra manera más trágica, cada día que pasa, en nuestro país se destruyen casi el doble de empleos de los que se han creado en una sola vez por Renault.
Sólo en el mes de octubre, donde hubo 128.242 parados más, la
media diaria es superior a 4.000 personas, lo que permite tener una perspectiva mucho más pesimista que la que lanza ahora el Gobierno de Rajoy. Muchas son las voces que han discutido el tono triunfalista de Rajoy, poco razonable vistas las cifras de empleo...
Para ser justos, hace escasas fechas conocíamos la noticia de que el fabricante estadounidense de automóviles Ford cerraría a finales de 2014 de su planta en Genk, al este de Bélgica, en la que trabajan 4.300 empleados, para trasladar parte de su producción a Valencia. Pero en ningún momento se ha informado de que esto vaya a suponer más empleos en España, sino, acaso, mantenerlos.
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