Consuelo García del Cid Guerra.
Qué dolor tan grande me invadía.Pequeña, desorientada, casi
estúpida. Completamente sola. Saqué el transistor y puse las pilas. Las criadas de
toda la vida siempre hemos tenido transistor.Es como si la música fuera sólo nuestra.
Una propiedad privada imposible de explicar. Sólo sesiente. Ese ruído confuso que
produce la búsqueda de emisora.La que puedes elegir, porque estuya, sin tener que
razonar nada a nadie. Esa canción con la que decides quedarte.
"Gorrioncito, qué melancolía. En tus ojos, muere el día
ya. Excusa si la culpa ha sido mía. Si no puedo detenerte más. Adónde fueron mis amores que
surcaban mares, que cruzaban ríos, volando,que los vence el llanto,
malheridos ya. No te marches...Te ruego...Gorrioncito qué melancolía, pues sin tus
caprichos yo qué haré? ... Pero cada cosa que fue tuya, con el alma rota, buscaré. Adónde
fueron esos tiempos que soñaba el tiempo, que cruzabas gritando contra el cielo, no me dejes
sólo, no...No te marches...".
Aquel cantante italiano me estaba matando. Era elfinal de la
chiquilla de Sendadiano. La tumba definitiva de mi padre. La pérdida irreparable. El
principio de una existencia que no quería vivir.
"Yo sin tí, moriré. Yo sin tí, sufriré. Yo sin tí,
quemaré todo el sueño mío. Sólo y lejos de tí, dí qué haré yo sin tí, yo sin tí, yo sin tí...".
-¿Es usted huérfana, Librada?
-Sí, señor..
Y no dijo nada más. Busqué una novela de Corín Tellado que era de mi madre.
Casi me la sabía de memoria. Creo que fue su única historia, o eso me
contaron. Mamá murió de parto cuando yo vine al mundo y no conservaba casi nada de
ella. Ni una fotografía siquiera. Puse el libro bajo la almohada, no sé por qué. Era
todo lo que tenía, lo más íntimo, y quise esconderlo instintivamente.
Una historia de amor se ocultaba bajo aquella cama extraña
que no me correspondía, en una casa donde nadie me quería. Me quedé sentada como una
idiota, con los pies colgando, y lloré.
Lea también:
- 'Lágrimas de cocodrilo': Peces grandes y peces chicos
- Todos los artículos de 'Lágrimas de cocodrilo'