Él mismo ha decidido anunciar lo que ya era un secreto a voces: no está al 100% y necesita "pasar por el taller". Y aunque sorprende el foro poco usual donde lo ha anunciado, demuestra la preocupación casi tangible que se desprendía de los rumores alarmistas sobre el estado de salud del monarca.
Aparentemente, los médicos le habían recomendado al Rey una operación más urgente, pero él ha querido la ha querido posponer "al menos hasta la semana que
viene" para poder participar en esta Cumbre Iberoamericana, una cita a la
que nunca ha faltado en los últimos 21 años y de la que no quería
ausentarse precisamente el año en que España la organizaba.
No se ha hablado de otra cosa en la Cumbre... El Rey ya había aplazado hace un par de días un viaje que tenía previsto realizar a París por consejo médico y, este viernes, Don Juan Carlos hizo su aparición en la XXII Cumbre Iberoamericana de Cádiz visiblemente afectado y cojeando sobre una muleta, lo que encendió la mecha a todo tipo de rumores.
Anteriores intervenciones En 1981, el jefe del Estado chocó con una puerta de cristal que da
al jardín del Palacio de la Zarzuela después de jugar un partido de
squash, lo que le provocó heridas en varias partes del cuerpo (tórax,
muslo, antebrazo izquierdo, manos y nariz). Tuvo un mes el brazo
izquierdo escayolado porque un cristal le había cortado el nervio
radial.
Dos años después, sufrió una caída en la estación suiza de esquí
de Gstaad que le provocó una fisura de pelvis. Tuvo que guardar cama un
mes y llevó muletas durante semanas. Además, como consecuencia del
percance, se le detectó una fibrosis que le extirparon en la clínica San
Josep de Barcelona en 1985.
Un segundo accidente practicando esquí le llevó al quirófano el 30
de diciembre de 2001. Un esquiador le había derribado involuntariamente
mientras esquiaba en Baqueria Beret y Don Juan Carlos fue operado en el
hospital madrileño Puerta de Hierro de una lesión en la rodilla derecha
que le había afectado al platillo tibial externo. Tuvo que usar muletas
hasta abril de 1992.
Al margen de estas operaciones, el Rey ha tenido algún otro
percance sin gravedad. En 1980, se cayó al bajar de un tanque tras unas
maniobras militares en Zaragoza. En 1988 se golpeó con una rama en un
ojo durante una cacería en Suecia y en 1995 se hizo una fisura en la
zona próxima a la muñeca derecha tras resbalar en una placa de hielo en
la estación de esquí de Candanchú (Huesca).
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