Justo el mismo día en que el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea tacha de "ilegal" la ley española de desahucios, y apenas un día
después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la
vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, acordaran pactar un acuerdo
que frenara la situación actual de los mismos, nos encontramos con el colmo del
desahuciado.
Una anciana ha sido condenada por un Juzgado de Almería a
pagar 201,52 euros -una cantidad ínfima para algunos pero decisiva para otros-
por los supuestos daños que causó a la sucursal de Unicaja a la que se encadenó
después de haber sido desahuciada por esta misma entidad ante la imposibilidad
de afrontar su hipoteca.
Los responsables de dicha sucursal de Unicaja reclamaban que
la señora de 77 años bloqueaba el acceso e importunaba al resto de clientes
mientras la señora se negaba a abrir la puerta del espacio habilitado para el
cajero automático. En tiempos de crisis, sobre todo de crisis social, es
desolador ver cómo la humanidad queda relegada a un segundo plano.
Vea también:
- Europa, al rescate: la Justicia europea ve ilegal la ley
española de desahucios
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- El drama
del desahucio: 526 familias arrojadas diariamente a la calle
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