El grupo canario celebra en el Lara su 33º aniversario
Las geniales criadas de Genet 'repiten' su crimen en una original versión de 'Profetas de Mueble bar'
miércoles 03 de octubre de 2012, 10:00h
Una de las grandes/grandes e inmortales obras teatrales de las últimas décadas, todo un clásico, vuelve a Madrid. 'Las criadas' de otro de los grandes/grandes escritores, Jean Genet, regresan a las tablas madrileñas en el Lara. Y con una versión rompedora y radical, con el trío de personajes femeninos interpretados por grandes/grandes actores masculinos, Y con la garantía de una de las grandes/grandes compañías, la canaria 'Profetas de Mueble bar', que celebra su primer tercio de siglo de actividades.
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Se trata, en palabras de Juan Ramón, el director de 'Profetas de Mueble bar', de "una singular
experiencia teatral", al representar este cuento terrible de Jean Genet, de esta tragedia inspirada en un hecho real: el crimen de las hermanas
Papin, que conmocionó Francia en su momento. Y que 'Profetas' nos presenta, en el hall del Lara, su
muy particular versión de este texto fundamental para celebrar sus treinta y tres años
de andadura escénica.
Así lo explica a Diariocrítico el mismo: "La obra la llevamos a Madrid porque ya somos habituales en
las temporadas madrileñas, hay un público que nos espera y quiere ver
lo que hacemos". Para añadir que en este novedoso y original montaje -que podrá verse los días 4, 10, 18, 31 de octubre y 21 de noviembre a las diez de la noche- el espectador estará
dentro de la representación misma, en un espacio íntimo, "sintiendo a
flor de piel las emociones de los personajes en un espectáculo que va a
la esencia misma de la obra"
La condición humana
Como es sabido, 'Las Criadas' nos propone un inquietante
juego de espejos, de identidades, de teatro dentro del teatro. Una especie de baño
de hondura para una época disminuida. Las dos criadas nos cuentan desde la jaula, hasta dónde
puede llegar la no siempre ejemplar condición humana, algo que incumbe también a su ama, claro. Nos cuentan lo que podemos ser: el ángel y el
monstruo, intercambiando papeles de continuo.
En definitiva, que el inexplicable y pavoroso crimen que inspira esta función, el de las hermanas Papin, sirve de punto de partida para que al genial autor construyera una magnífica y lírica -y ya eterna en los anales del mejor teatro- pieza dramática con una anécdota singular. Magistralmente, el dramaturgo utiliza la propia teatralidad para sumergirnos en lo simbólico, el propio terreno del arte, y nos propone una historia paralela: la de dos sirvientas que aprovechan las ausencias de la señora para ponerse sus ropas y joyas, para jugar a ser la señora y la criada.