Ése es
el auténtico factor de preocupación para determinados dirigentes políticos: el
aumento en proporción geométrica del desprecio de la sociedad hacia el conjunto
de la clase política. Ese divorcio se había empezado a hacer visible hace unos
meses en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pero
parece ser que ahora la 'caza del político' está próxima a convertirse en una
suerte de 'deporte nacional'.
Así,
por ejemplo, lo ha enjuiciado este miércoles la vicepresidenta primera del
Congreso,
Celia Villalobos, analizando las consecuencias de las brutales cargas
policiales del martes contra los manifestantes en las cercanías del Congreso.
Villalobos
-al igual que los ministros de Justicia e Interior, o la vicepresidenta
Sáenz
de Santamaría- ha justificado en los pasillos las cargas policiales, pero ha
dado un elemento muy interesante de reflexión: lo realmente preocupante es el
grado de desapego de la generalidad de los españoles con su clase política.
Es
verdad que el CIS lleva ya un año señalando que los políticos son la tercera 'gran
plaga' de España, pero, ¿qué nuevos datos tiene el Gobierno sobre el incremento
del desprecio a todos -es decir, todos- los políticos en general?
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