El fracaso de una generación
jueves 13 de septiembre de 2012, 07:57h
Los datos son demoledores.
La
crisis económica ha disparado el número de jóvenes en España que ni estudian ni
trabajan, englobados bajo el apelativo de Generación NINI. El 23.7% de los
españoles de entre 15 y 29 años se encontraban en esta situación en 2010, según
recoge un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico. España es el país europeo con
el porcentaje más alto, casi 8 puntos por encima de la media de los países
desarrollados.
No se puede hablar de futuro con estos
jóvenes a quienes se les han cerrado todas las puertas. No son aptos ni para el
trabajo, ni para el estudio, su futuro queda reducido a dejar que el tiempo
resbale por sus vidas, sin otro objetivo
que aguantar con lo poco que les queda.
En los años 60 los Beatles hicieron
famosa una canción que los retrata fielmente. Ellos son "los hombres de nadie que vienen de ningún sitio y van a ninguna parte,
para nada" Jóvenes que llegarán a la plenitud adulta con las manos vacías,
mientras en sus lujosos despachos, los usureros de la especulación, que han
provocado esta impresionante crisis de valores, se lavarán las manos como
Pilatos y seguirán obsesionados por
contar y recontar los millones de sus cuentas.
Porque está claro, el Nini no nace. Se
hace. Alguien los hace. Han sido producidos por una crisis que no respeta la
experiencia del veterano ni la ilusión del joven. Esta generación retrata el fracaso de una
sociedad, la nuestra. Los jóvenes que ni estudian ni trabajan, no están así por
su propia voluntad. Si pudieran, saldrían del pozo, pero nadie les ayuda, todo
lo contrario, hay gente interesada en
que continúen malgastando su tiempo, arruinados
entre dos nadas.