Reformas y rescates, en los planes próximos del Gobierno
Las próximas reformas de Rajoy, analizadas una por una
miércoles 12 de septiembre de 2012, 10:03h
La profunda recesión
en que se encuentra la economía española y las medidas de ajuste ya anunciadas
por el Gobierno hacen poco recomendable que Bruselas obligue a España a nuevos sangrados en contraprestación a una
petición de rescate. En cambio, sí es bastante probable que nuestros socios
comunitarios impongan a Rajoy un calendario estricto y verificable de reformas
estructurales. Estas son algunas de las medidas que el Gobierno se va a ver
obligado a tomar en los próximos meses si quiere recibir la ayuda europea.
Entre las cosas que preocupan sobre la economía española en
el exterior, tres son fundamentales: la situación del sector bancario dos meses
después del acuerdo de rescate, el cumplimiento del déficit en un contexto
marcado por el desplome de los ingresos por la profunda recesión, y la
incapacidad de las comunidades autónomas para controlar sus cuentas y obtener
financiación. Pero ninguno de esos tres temores va a poder quedar disipado de
forma satisfactoria hasta que España no pueda ofrecer una perspectiva de
crecimiento a su economía que ayude a recuperar la confianza.
Y para ello juegan un
papel trascendental las reformas estructurales. El Gobierno de Mariano Rajoy ya
ha tomado algunas de calado, como la reforma laboral o la liberalización de los
horarios comerciales, pero aún debe profundizar en ellas si quiere hacer a la
economía española más competitiva y de paso
obtener el apoyo financiero de sus socios comunitarios. Estas son
algunas de las medidas que podemos esperar del Gobierno en los próximos meses:
Completar los avances
pendientes acordados en el MoU
Han pasado dos meses desde que el Gobierno firmara el
acuerdo de rescate con Bruselas, y desde entonces la verdad es que poco se ha
avanzado en este terreno. El desembolso de los primeros 30.000 millones parece
que se demora y el FROB se ha visto obligado a capitalizar de urgencia a Bankia
con 4.500 millones de euros a primeros de septiembre; el dinero lo ha obtenido
de una colocación privada realizada por el Tesoro. Mientras tanto, el decreto
que establece la creación del banco malo no establece las dos condiciones
fundamentales que todo el mundo está esperando conocer: qué activos se
traspasarán a esta nueva entidad y sobre todo, a qué precio. Y esto en un
momento en que estamos a punto de conocer el informe de la consultora Oliver
Wyman sobre las necesidades individualizadas de capital de las entidades
financieras. Por tanto, en materia financiera, estos son los pasos que va a
tener que tomar el Gobierno
-Regulación
del banco malo.
-
Presentación de los planes de recapitalización, identificando cómo se cubrirán
las necesidades de capital.
-
Presentación de los planes de restructuración e inyección de asistencia financiera,
previsto para noviembre.
Poner en marcha el
Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)
El pleno del
Congreso aprobará este mismo jueves por tramitación directa y en lectura
única la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria por la que se
establece el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA),para ayudar a
las regiones a superar sus dificultades de financiación, con una dotación de
18.000 millones (de los cuales 6.000 millones se obtendrán mediante el
endeudamiento de Loterías y Apuestas del Estado).
Pero aún falta por conocer cómo será la aportación de las
entidades financieras, que en principio iban a prestar hasta 8.000 millones,
aunque aún no sabemos ni qué entidades ni en qué condiciones. Tampoco sabemos
cuáles serán las comunidades autónomas que finalmente se acogerán al FLA, ni
cuál será la cuantía que recibirán, así como las contraprestaciones exactas que
el Gobierno exigirá a cambio. El presidente Rajoy ha anunciado para primeros de
octubre una conferencia de presidentes (la primera de su mandato tras las tres
convocadas por Zapatero) en la que previsiblemente se dilucidarán estas
cuestiones.
Reforma del mercado de la energía
Es la auténtica patata caliente en las manos del Gobierno,
que este verano ha llegado a provocar incluso un agrio enfrentamiento público
entre los titulares de Hacienda e Industria, Cristóbal Montoro y José Manuel
Soria. Se ven mezclados varios intereses cruzados, entre ellos los de las
empresas energéticas, que forman un poderoso lobby dispuesto a utilizar todas
sus armas y toda su influencia para no ver reducido el tamaño de su tarta, el
de las empresas de energía renovables, las niñas mimadas del Gobierno durante
el mandato de Zapatero, y que ahora han sido relegadas al ostracismo, y por
supuesto, los intereses de los ciudadanos y consumidores, que en un contexto de
crisis ven cómo la trifulca entre unos y otros al final la terminan pagando
ellos en sus facturas y recibos.
El objetivo de la reforma pasa en teoría por incrementar la eficiencia y solucionar el
déficit de tarifa del sistema eléctrico. Pero llevarlo a la práctica está
resultando mucho más difícil. Y el calendario apremia. En 2013 la ley establece
que debe estar anulado el déficit tarifario (la diferencia entre los costes
regulados del sistema y los ingresos) y sin embargo a lo largo de este año no
ha hecho más que aumentar: más de 3.000 millones, que se suman a los 24.000
millones acumulados durante estos años.
Desarrollar nuevas
formas de financiación para PYMES
Si las grandes empresas españolas han sufrido dificultades
de acceso a la financiación estos meses, las pymes, con muchos menos recursos y
alternativas, roza en muchos casos una situación límite, y ello se debe a la
gran dependencia que históricamente las empresas españolas han tenido de la
financiación bancaria, ya que los bancos
españoles tienen ellos mismos cortado el acceso al mercado interbancario y además,
el crédito a pymes ha sido tradicionalmente un importante negocio de las cajas
de ahorros y bancos medianos, precisamente los que más están sufriendo la
restructuración bancaria.
Por ello, el Gobierno va a tener que agilizar mecanismos
alternativos de financiación, entre los que podemos encontrar la incentivación
de la entrada de sociedades de capital riesgo (venture capital) o capital
inversión (private equity), o la puesta en marcha de ventajas fiscales para la
cotización en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), creado en 2007 como un
parqué para sociedades de capitalización reducida.
Ley de Autoridad
Nacional de Mercados y Competencia
Está por ver cuál
será el diseño definitivo de la Comisión Nacional del Mercado y de la
Competencia (CNMC) organismo
regulador único anunciado a bombo y platillo por el Gobierno a principios de
año, después de la catarata de críticas recibidas por su diseño, tanto desde
Bruselas como desde los propios organismos reguladores sectoriales.
Los planes del
Gobierno eran agrupar a todos los reguladores sectoriales -energía,
comunicaciones, postal y ferroviario- y el propio de la competencia, lo que
supondría una verdadera anomalía en
Europa. El diseño del nuevo macroregulador se inspira en un informe elaborado
por una gran consultora internacional, que fue encargado por una empresa de
telecomunicaciones de referencia en el sector y facilitado por ésta al
Ejecutivo. Se da la circunstancia que el nuevo regulador ve mermadas las
competencias en algunas áreas, entre ellas las telecomunicaciones.
Liberalización de los
servicios profesionales
El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado en los últimos tiempos
señales de que está dispuesto a abordar una reforma en este terreno, lo que
constituiría también en este asunto un giro de 180 grados respecto de la
posición defendida cuando estuvo en la oposición. Entonces, el ministerio de
Economía intentó impulsar una limitación de las prerrogativas de los colegios
profesionales y una liberalización de los servicios en línea con lo recomendado
con las principales organismos internacionales. Sin embargo, el mero anuncio de
reforma desató una fiera respuesta de los colegios, a la que se adhirió el PP,
y que terminó tumbando el proyecto de ley.
Ley de Unidad de
Mercado
La anunció la vicepresidenta Sáenz de Santamaría a primeros
de este mes, y permitirá que todos los bienes y servicios producidos en una
región puedan ser suministrados en cualquier otro territorio sin barreras ni
trabas burocráticas.
Es decir, el objetivo será establecer unas máximas de
actuación en la aprobación de normas por parte de las comunidades autónomas,
buscando el beneficio del usuario y del operador económico.