¿Recuerdan que desde hace meses se está hablando de algo llamado 'rescate suave', 'light' o parcial? Pues bien, parece que los que mandan en Europa son conscientes del coste de todo tipo que tendría el hecho de que un país como España, la cuarta economía de la zona euro, tuviera que acudir a un rescate soberano. Bruselas lo quiere evitar, y
también Alemania y Francia, por no hablar de Italia, que sufriría un efecto contagio.
Así, las exigencias que ayer
Mario Draghi soltó en su mediática rueda de prensa pudieron ser en realidad una escenificación de que Europa mantendrá la mano dura y las condiciones económicas que los más austeros y exigentes de la economía continental desean -Alemania, sin ir más lejos-. El BCE no quiso dar la imagen de que pondría en marcha la
máquina de hacer dinero y poner en peligro tanto la inflación de la zona euro como la estabilidad y el control de las deudas públicas.
Por eso dejó claro que para que España recibiera ayudas del BCE en forma de compra de bonos en el mercado de deuda para evitar los altos intereses, el Gobierno español debía decidir si recurría al rescate. Hasta ahí, todo correcto. Pero... ¿qué rescate? Resulta que los complejos y enrevesados mecanismos de la burocracia de Bruselas contempla una
segunda opción de rescate, llamada 'rescate preventivo' o rescate de prevención.
Ese tipo de rescate sería precisamente lo que popularmente, en estos últimos meses, medios y fuentes europeas han denominado 'rescate light', una forma de conceder ayudas a España sin dar la sensación de que se ha tenido que rescatar un cuarto país de la zona euro y de magna relevancia y potencia. Esto se uniría a una política nueva de actuación para salvar la crisis financiera de deuda que padecen Italia y España, tercera y cuarta economías, respectivamente, de la zona euro.
Las consecuencias serán graves.
Angela Merkel ya sabe que en su país están en contra de cualquier trato de favor de este tipo, y pocos quieren que se ayude más a otros países que, en teoría, no supieron hacer bien sus deberes y su cuentas. La Francia de Hollande se mostró en su día con cara solidaria, pero últimamente esconde la cabeza y deja el 'marrón' para el BCE, a quien deja toda responsabilidad sobre la decisión acerca de la compra de deuda.
Mientras, tanto la OCDE como el Fondo Monetario Internacional dieron el visto bueno a que el BCE nos ayude. Ahora bien...
¿conocían las condiciones? ¿Sabían que España iba a tener que pedir oficialmente el rescate? ¿Y qué tipo de rescate? Esperemos que pronto tengamos respuesta a todas estas preguntas.
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