Los 400 euros y la pobreza
sábado 25 de agosto de 2012, 19:53h
Tras marear un poco la perdiz, el Gobierno de Rajoy
aprobó finalmente la prórroga de la ayuda de 400 euros al mes para
aquellos ciudadanos que después de agotar todas las prestaciones por
desempleo siguen en paro, un mal que aqueja a cada vez más españoles y
que es toda una amenaza para la cohesión social. Pero no todo sigue como
estaba con Zapatero, ni mucho menos. Rajoy ha introducido
cambios que afectan a la cuantía -50 euros más para desempleados con
más de dos personas a su cargo- y al acceso a las ayudas, de modo que la
conclusión salta a la vista: habrá menos beneficiarios y un poco más de
dinero para los que superen estrictas condiciones, que perjudican a los
parados que hayan tenido que regresar al domicilio de sus padres.
Además, el Gobierno exigirá buscar trabajo durante 30 días antes de
pedir los 400 euros, que se orientan a los parados de larga duración o
con cargas familiares.
En teoría, estas ayudas para el Programa de
Recualificación Profesional de las personas que agoten su protección por
desempleo son para promover la transición al empleo estable y la
recualificación profesional de las personas desempleadas. En la
práctica, constituyen un salvavidas social, la última red de seguridad
durante seis meses para aquellos parados que agotan todas las
prestaciones y subsidios posibles. De hecho, la propia vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría
definió esta medida como "ayuda de última instancia". Traducido, una
palanca contra la pobreza, en un país donde, según Cáritas, hay más de
11,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social.
¿De qué dimensión social estamos hablando? De los
casi seis millones de parados, un tercio no cobra ninguna prestación y
solo alrededor de 200.000 perciben actualmente los 400 euros, lo cual
supuso que desde marzo de 2011 hasta mayo de 2012 se consumieran más de
1.000 millones de euros, por encima del presupuesto. Hasta julio de
2012, el programa benefició a 500.859 personas, la mayoría de Andalucía,
y menos de un 6% de los parados logró encontrar trabajo gracias a ese
plan llamado Prepara, que al final es una ayuda social. Un Estado de la
dimensión del español debería ser capaz de mantener esta mínima política
social. Hablamos de mil millones, el 0,1% del Producto Interior Bruto o
el 0,5% del total de los ingresos fiscales.
Fundador y editor de Mundiario, también es columnista de la agencia Europa Press. Tertuliano de TVG y Radio Galega, colabora en La Región. Dirigió Capital, Xornal y La Voz de Galicia. Ex director editorial de Grupo Zeta. Autor del libro Cómo salir de esta. Coeditor del Anuario del Foro Económico de Galicia.
Twitter: @J_L_Gomez
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