El nacionalista Barça se carga la Supercopa catalana
miércoles 01 de agosto de 2012, 08:59h
'Mes' que un club. De eso presume el Barça y con toda razón, por lo que
significa más allá del fútbol, sobre todo para los nacionalistas, que
están en su derecho. Por eso llama la atención que, con la anuencia de
su presidente Joan Rosell, se haya cargado la disputa del más
importante de los títulos de la Federación catalana: la Supercopa. Un
torneo, previsto y programado desde hace cuatro meses, que se presentó a
'bombo y platillo' el pasado 11 de julio, y cuya final iban a disputar
los azulgrana y el Espanyol.
Pero, sorprendentemente, días después, el nuevo entrenador del Barça, Tito Vilanova,
se queja a Rosell por la carga de partidos oficiales y amistosos, que
ya estaban en el calendario cuando se programó la Supercopa, y le dice
que jugará con reservas o con el Barça B. La Federación traga, pero ante
las protestas de los 'periquitos', decide reprogramarlo, de acuerdo con el
Barça y sin consultarlo con el Espanyol, para el miércoles 26 de
septiembre, por la mañana, lo que garantiza que no haya casi
espectadores.
Y ahora es este último el que se siente despreciado y
engañado. Máxime cuando la recaudación iba a ir destinada a ayudar a los
clubes modestos. Y la Federación, de nuevo con la anuencia azulgrana,
decide suspender por primera vez en su historia la Supercopa. De modo
que este título tan nacionalista se queda en blanco gracias,
fundamentalmente, al club 'mes' nacionalista de Cataluña o Catalunya.