martes 10 de julio de 2012, 12:08h
Una partícula
subatómica, responsable de la masa de todas las demás materias, fue la gran
intuición del físico inglés Peter Higgs en 1.964. Según Higgs existe un campo
de energía común a todo el universo, hoy llamado campo de Higgs, una misteriosa
sustancia de donde esa partícula, el bosón, obtiene masa directamente y
adquiere la facultad de trasformar en materia visible y ordinaria las energías
latentes en el Universo. Esta hipótesis parece confirmada por los experimentos
realizados con el Gran Colisionador de Hadrones, el gran anillo magnético
acelerador de partículas instalado entre Francia y Suiza que abrirá una nueva
era para la Física. El tema es muy interesante pero la existencia de la
partícula, por mínima que sea, es ya una premateria capaz de contagiar a otras
partículas energía para transformarse en masa, lo cual no despeja la incógnita
de donde salía esa premateria inicial, si no nos referimos, como la Biblia, al
Verbo, a la acción omnipotente que justifica la denominación de "Bosón de Dios"
que tanto desagrada al científico ateo, que lo es, probablemente, por pedestres
filosofías baratas que no tienen nada que ver con la ciencia experimental sino
con la pobreza del espíritu.
El hecho es
que ahí está el bosón, o cualquier otra partícula similar, que encaja en el
llamado modelo Estándar que relaciona estas partículas con las fuerzas
fundamentales de la naturaleza. Con el bosón la Física podrá seguir adelante en
el conocimiento del proceso de formación de la materia solida que constituye
una muy pequeña parte del universo, mayoritariamente formado por energías
oscuras o, sencillamente, vacio. El vacio es un término relativo. No es la
incomprensible idea de la nada. El vacío se comprende en contraposición con lo
lleno. Por ello, los científicos deducen que el vacio es energía en reposo, es
decir, que no es absolutamente vacío y, por ello, esa energía en reposo puede
ser transformada por esa partícula estimulante a la que algunos místicos
califican de bosón de Dios y, por contra, algunos botarates creen que se ha
encontrado al Dios-bosón.
Al pequeño
nivel de nuestras energías nacionales, estamos muy necesitados de detectar un bosón
que las convierta en masa sólida. La fuerza improductiva de millones de
trabajadores no es el vacío sino energía en reposo que debe transformarse en
materia creciente. Para ello hace falta una concentración en una mínima
partícula favorecedora de la creación progresiva de trabajo productivo. Una
pequeña partícula de poder actuando sobre la potencia de un gran grupo de
recursos humanos sin empleo, de energía en reposo forzoso. Esa energía en
reposo, esa capacidad de trabajo, es el tesoro que hay que buscar para salir de
la crisis. Es lo único que puede equilibrar las cuentas y levantar la fiscalidad.
El problema no se resuelve solo reduciendo gastos, aunque coyunturalmente sea
necesario para recuperar confianza y reducir el déficit. La solución es poner
en juego la capacidad de trabajo productivo de la energía en reposo de un
pueblo que, hoy, tiene el cincuenta por cien de su juventud parada. Por ello,
el objetivo prioritario de la ciencia social es detectar el bosón capaz de
atraer esa energía humana en reposo y transformarla en materia activa. Un
objetivo mucho más cercano que descifrar como se convierte en materia sólida la
misteriosa energía invisible del Universo.
Ex diputado y ex senador
Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
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