Antes de participar en un curso de verano de la Universidad Complutense
en San Lorenzo del Escorial, el artista manchego ha señalado que aunque le
gustaría haberlo acabado el pasado 23 de junio, por San Juan, para el santo del
rey, no lo pudo hacer, aunque ha expresado su deseo de entregarlo a Patrimonio
Nacional en enero del año que viene.
"No lo sé hacer más rápido, qué
quieres que te diga", ha indicado Antonio López hoy a los periodistas,
para señalar que grandes maestros como Velázquez o Sorolla "lo hacían muy
rápido y muy bien", aunque a él le cuesta "muchísimo".
Respecto a los motivos de su tardanza ha
precisado que no es tanto "lo que tenga que hacer" con el retrato,
sino que a los artistas contemporáneos los encargos "les cuestan
mucho".
"Lo hacemos todo a partir de nuestra
voluntad, de nuestros impulsos interiores, por eso que alguien desde fuera te
haga un encargo es complicado", ha señalado el maestro del hiperrealismo,
quien ha matizado que, a pesar de ello, está "encantado" con el mismo,
porque en caso contrario "no lo habría aceptado".
Antonio López ha considerado que los
esquemas de un encargo como éste "ya no existen, se han borrado", y
se ha preguntado cómo se pinta ahora a una familia real.
"En los siglos XV, XVI y XVII había
unos esquemas, unas normas para casi todo, para hacer a la virgen, al cristo y
a las familias reales, pero ya todo eso se ha borrado en la búsqueda de la
libertad", ha indicado el pintor natural de Tomelloso (Ciudad Real), quien
ha concluido que actualmente se tiene "libertad, pero no normas" y es
preciso adaptarse a la realidad.
Sin embargo, ha considerado que un retrato
de la familia real "no se aleja mucho" de lo que hace habitualmente,
ha recordado que como pintor figurativo pinta personas. "A mi mujer, a mis
nietos, y puedo hacer un ser humano muy bien, pero otra cosa es hacer a cinco
seres humanos que son reyes".
"Lo estoy haciendo encantado de la vida
y con muchísimo placer", ha dicho, para señalar, a la pregunta de si los
miembros de la familia real se sentirán identificados con su pintura, que
"es un trabajo que se hace para cinco personas; habría que hablar con
ellos, pero ellos no aparecen por allí".
Interrogado por los elevados precios de
algunas obras de arte, como el cuadro de "La esclusa", de John
Constable, subastado ayer en Londres por 28 millones de euros, el artista
consideró que "el arte no tiene precio, es algo que el hombre necesita y
que hay personas que lo saben elaborar para los demás".
"No sabemos bien cuánto vale el arte. A
una persona que tiene un hijo enfermo, no le hables de eso, y a otra que está
en el paro tampoco", señaló López, quien recordó que el arte surgió en
momentos de "cierta placidez" de la sociedad para mejorarla, y el que
lo hace "tiene que vivir de él, como vive el médico, el profesor o
cualquier trabajador de su profesión".
El pintor recordó que los precios no los
pone el artista y, a la pregunta de si alguien que tiene 28 millones se los
puede gastar en lo que quiera, señaló que sobre lo que hay que interrogarse es
sobre "por qué una persona tiene que tener esa cantidad de dinero; esa es
la pregunta que hay que hacer y no la otra".
Durante su participación en el curso
"Figuración y abstracción en la representación pictórica", defendió
que la pintura abstracta es capaz de trasmitir "emociones puntuales"
y aseguró que a él le ha enseñado a ver a los grandes maestros como Velázquez,
"a intuir que si no hay unos valores puramente pictóricos, la obra no es
nada importante".