El
poder tiene muchos tentáculos, y eso lo ha aprendido en sus propias carnes el
comisario
José Enrique Rodríguez Ulla, hasta ahora comisario general de Policía
Judicial, cesado fulminantemente por el director general de la Policía,
Ignació
Cosidó, sustituyéndolo por un supuesto 'afín', el comisario principal
José
García Losada, hasta ahora director del Centro de Inteligencia contra el Crimen
Organizado (CICO, que no '
CISCO').
El hecho
es que, según fuentes policiales, Cosidó ha cesado a Rodríguez Ulla porque este
comisario tuvo la osadía de investigar una denuncia del Sindicato Unificado de
Policía (SUP) contra el todopoderoso
número dos de
Esperanza Aguirre en Madrid,
Jaime Ignacio González González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid. La
denuncia del SUP contra González -sobre la que
Diariocrítico informó plenamente
en su día- estaba basada en el alquiler de un ático de lujo en Marbella por
este personaje, cuyo inmueble no tenía clara la titularidad. Vamos, que no se sabía
muy bien quién era el 'casero'.
La
denuncia ha sido archivada por la Fiscalía Anticorrupción, y en cuanto ha
llegado ese archivo, Cosidó ha cesado de forma fulminante al osado comisario
Rodríguez Ulla, que pasa a situación de espera de destino. Es decir, a galeras.
El SUP
ha respondido a este cese con una nota realmente explosiva, en la que se habla
de lo obvio: la politización de la Policía, y en la que se dice que
este cese
es "muy sospechoso".
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Lea de forma íntegra la nota del SUP sobre el cese de Rodríguez Ulla>>
Lea la denuncia del SUP relativa a Ignacio González>>
Lea la carta-denuncia del SUP al Comisario General>>
Lea el archivo de la causa por la Fiscalía Anticorrupción