El déficit del Estado, desbocado, las medidas difíciles ya llegan
miércoles 27 de junio de 2012, 07:48h
Apenas veinticuatro horas
después de que el presidente Rajoy anunciara nuevas medias económicas difíciles
e incómodas para la ciudadanía, nos llega la razón del anuncio y el primer
despliegue de tales medidas. La razón no es otra que el déficit del Estado, que
anda desbocado y amenaza con saltar los topes previstos y pactados con la Unión
Europea. ¿Cómo afrontar esta delicada situación? Aportando más ingresos al
Tesoro Público... en los diarios de
este miércoles abundan en soluciones: Sanidad deja de financiar casi 500
fármacos de uso común para ahorrar unos 500 millones, el precio de la energía
fuerza a subir el precio de la luz un cuatro por ciento, el Gobierno estudia quitar la deducción por vivienda, e instaurar
el céntimo verde sobre los carburantes,
y todo induce a creer que el IVA
se incrementará en cualquier momento, y que muchos productos y servicios
elevarán la correspondiente tasa sobre el valor añadido: entre ellos, el
turismo y la hostelería, que no ocultan su desazón y viva preocupación: La
subida del IVA, dicen los hosteleros, es una locura y sería la ruina...
Todo ello sería consecuencia
del déficit desbocado. El dato es claro: El déficit del Estado se disparó el
30,6% hasta mayo respecto al mismo período de 2011, con lo que alcanza ya
36.364 millones de euros, el 3,41% del PIB, según los datos ofrecidos por la
secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás. Esto supone que
la Administración General del Estado se ha 'comido', en sólo cinco meses,
prácticamente todo el objetivo para 2012, el 3,5%. El año pasado por estas
fechas el déficit se situaba en el 2,59%. Y la explicación a este "desmadre":
El déficit hasta mayo fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 68.072
millones de euros, un 11,7% más. El incremento de los gastos se explica por los
adelantos a las comunidades autónomas y la Seguridad Social, que en teoría
deben devolverse; unos pagos que registran un incremento del 12%. Sin contar
estas partidas, el déficit del Estado habría alcanzado el 2,38% del PIB frente
al 2,56% de los cinco primeros meses de 2011. Por el contrario, las inversiones
reales cayeron un 35,9%. Los gastos financieros, o sea, los intereses que paga
España por la deuda, se dispararon un 32%, mientras que los gastos de personal
se incrementaron un 1,24%. Y, en cuanto a los ingresos, sumaron 31.708 millones
de euros, lo que supone una caída del 4,2%. Los ingresos por IVA bajaron un 10,1% mientras
que los del impuesto de Sociedades cayeron un 8% por culpa de la recesión que
atraviesa España. La recaudación por hidrocarburos registró un descenso del
2,7%.
Currás explicó que España
sufre una debilidad de la recaudación porque atraviesa el "peor
momento" macroeconómico, aunque ha insistido en que el déficit en términos
homogéneos se queda en el 2,38% del PIB. No obstante, la cifra que computa a
efectos de cumplimiento del objetivo de déficit es el 3,41%. Quiso ser, sin
embargo, optimista: El déficit del Estado ha iniciado una senda descendente que
el Gobierno espera ver acentuada en lo que queda del año, para así cumplir con
los objetivos de déficit público, según la secretaria de Estado. La razón es
que la mayoría de las medidas de consolidación fiscal previstas por el Gobierno
aún no han tenido efecto, como la subida del IRPF, la modificación en el pago
fraccionado de Sociedades y los efectos de la regularización extraordinaria de
activos ocultos. En resumen, que el déficit acumulado hasta mayo es el
resultante de unos gastos no financieros en términos de contabilidad nacional
de 68.072 millones de euros, frente a unos ingresos no financieros que
ascendieron a 31.708 millones. Hay
algunos otros datos no menos significativos, y también expresivos de la
recesión y de la crisis que padecemos: El gasto en pensiones contributivas en
los seis primeros meses del año ha ascendido a 44.048 millones, un 4,4% más que
el año anterior. A estas alturas, cuando ya ha transcurrido la mitad de 2012,
caben pocas dudas de que los cálculos del Gobierno serán desbordados por la
realidad. Además, según los presupuestos de 2012, este año la Seguridad Social
gastará 101.953,8 millones, un 2,9% más que el año anterior.
En cambio, con la nóminas
pagadas hasta junio, excluida aún la primera paga extraordinaria del año, el ritmo de crecimiento es 1,5 puntos
porcentuales superior. Un incremento que se debe fundamentalmente al aumento de
la pensión media, que en junio se situó en 827,57 euros, un 3,1% más. Esta
mejora se debe a que los nuevos pensionistas que se incorporan al sistema han
cotizado durante más tiempo y con bases más altas que los que fallecen. Lo que
se traduce en pensiones más altas. Los 1,2 puntos porcentuales que restan
llegan por el mayor número de jubilados que hay. En junio, la Seguridad Social
contaba con 8,9 millones de pensionistas. Y eso que el incremento de
pensionistas entre enero y junio se ha frenado levemente, y que, en enero, el
número de pensionistas creció un 1,4%. Los estudios demográficos de la
Seguridad Social ya anticiparon, este año, el incremento de pensionistas se
frenaría un poco. A este fenómeno se podría haber sumado el paro. Cuando el
paro se agrava tanto como lo ha hecho en España, quienes tienen trabajo y están
en los últimos años de su vida laboral, suelen retrasar la jubilación tanto
como pueden para ayudar a los miembros de su familia que no tienen empleo,
hijos, nietos o parejas. Lo previsible, sin embargo, es que en los próximos
años, el número de pensionistas se dispare. Los mismos conocedores de los
cálculos demográficos, esperan que en los próximos años comience el retiro de
las generaciones del baby boom,
lo que supondrá todo un reto para el sistema. En fin, el aumento del gasto de
las pensiones contributivas por encima de lo previsto amenaza con echar por
tierra la previsión presupuestaria del Gobierno de que en 2012, los tres
pilares de la Seguridad Social en las cuentas pública, el sistema de pensiones,
la protección frente al desempleo y el Fondo de Garantía Salarial, no acabarán
el año con las cuentas cuadradas. Más aún, si se tiene en cuenta que esta
partida supone casi el 90% del gasto del sistema de pensiones. No obstante, la
amenaza a las cuentas también llega por los otros dos pilares: El gasto en
protección por desempleo hasta abril crecía un 3,6% cuando los presupuestos
pronostican que bajará, y también el desembolso de Fogasa sube con fuerza, un
13% hasta abril...
Rajoy y sus ministros están
comprobando lo difícil que es cuadrar las cuentas del Estado. Cuadrar el
círculo en tiempos muy difíciles...