Entre banderas y banderías
martes 19 de junio de 2012, 11:00h
Antiguamente
en la mar, el código de señales por banderolas suplía a la actual posibilidad
de comunicarse por radio. Así, el diputado catalán y señalero en tierra Alfredo
Bosch intentó comunicar sus ideas separatistas con señales de tela. No parece
haber entendido que el Parlamento, como su nombre indica, es para hablar de
viva voz y no para hacer señales textiles. Pero dijo algo de palabra así como
¿molesta, no?. Y ahí está la clave de su inteligencia precaria.
Su pendón
"estelado" en las Cortes Generales ni molesta ni deja de molestar, simplemente
importuna. Donde molesta es en Cataluña cuya historia y su actual Estatuto
dicen: "la bandera de Catalunya es la tradicional de cuatre barres vermelles en
fond groc". Esta enseña de bella simplicidad representa a todos los catalanes
desde tiempo inmemorial, con un noble origen legendario y pretender
reemplazarla por otra con un triangulo azul y una estrella de cinco puntas que
le da un aire circense atenta contra la tradición y contra la unidad de los
catalanes. Para el resto de España este banderín de partido minoritario,
diseñado con vulgaridad impropia de la tierra de Gaudí, de Miró y de Pau Casals
no es más que un gallardete de feria.
El respeto de
España hacia el puro símbolo cuatribarrado es tal que forma parte de los
cuarteles del escudo nacional desde el tiempo de los Reyes Católicos. Sus
colores rojo y gualda son precursores de la bandera de todos los españoles ya
que los colores de la "cuatribarrada" que ya lucían los almogávares en
Constantinopla ante el emperador de Bizancio se convertirían en colores de toda
España al ser elegidos por Carlos III cuando ya eran de uso práctico en la
Armada para distinguir a nuestros barcos sobre el azul del mar.
La tela
"estelada" del diputado de marras es la que estorba a la unidad de los
catalanes. Es un signo de parcialización en el interior de aquella comunidad.
Es un pendón separatista dentro de la Cataluña actual y de la Cataluña de
siempre que nunca arrió su clara enseña a través de los siglos y de distintas
circunstancias políticas. No tiene carácter emblemático para separar a Cataluña
de España. Solo sirve para separar a unos ciudadanos catalanes de otros
ciudadanos catalanes y hasta para separar a unos nacionalistas de otros
nacionalistas. Es un autentico ultraje a la enseña catalana y expresa una
dejación de las autoridades institucionales de Cataluña al tolerar que un
partido político utilice como distintivo de grupo una deformación chabacana de su
máximo emblema, lo que no se tolera a ningún otro partido ni dentro ni fuera de
Cataluña. Por tanto son precisamente los catalanes y, en primer lugar, los
diputados catalanes de otros partidos representados en el Congreso los que
debían sentirse molestos por la ridícula exposición textil del diputado Bosch
cuyo talento no alcanza a comprender que su "estelada" no sirve para transmitir
a la opinión pública una imagen seria de Cataluña, hoy abrumada económicamente,
sino la de un territorio insolidario dividido entre banderas y banderías, de
estética comunista o cubana, cuando el sentido de la realidad aconseja todo lo
contrario: no ahondar en las divisiones ni dentro ni fuera.
Ex diputado y ex senador
Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
8285 | Pikertom - 19/06/2012 @ 16:39:42 (GMT+1)
Que no se olvide, el articulista, que esto de las banderas, en España, es un motivo de controversia entre muchos ciudadanos. Para muchos, la actual bandera española tiene, a pesar de su escudo monárquico que representa a nuestra democracia, sus colores en cambio nos recuerdan demasiado a la indigna época del franquismo. También se olvida el articulista de la bandera de la República, que es, para muchos, la autentica bandera de la democracia, la única que, junto a sus colores y escudo, debería ostentar el privilegio de llamarse Bandera de España.
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