martes 29 de mayo de 2012, 16:10h
Con la prima de riesgo disparada, la Bolsa derrumbándose, con un zurrón
de miles de millones del dinero de los contribuyentes para tapar un agujero en
Bankia que cada día, ¡qué digo cada día, cada minuto!, crece y se multiplica,
con el miedo en el cuerpo y la cartera de los ciudadanos tiritando, con la
sombra de la intervención creciendo amenazante... resulta que se deniegan todas
las comisiones de investigación sobre Bankia -en la Asamblea de Madrid, tal vez
no, pero en el Congreso debería estar funcionando a tope-; Goirigolzarri,
su presidente de emergencia se ufana de que no tienen que devolver ni un euro
aunque la sanee el Estado; las perdidas de la matriz de Bankia pasan de 30
millones a 3.138 millones por arte de magia; el gobernador del Banco de España
no sabe no contesta; Rajoy contesta pero no sabe... ¿Pero esto qué es,
además de una tomadura de pelo a los ciudadanos y un riesgo grave hasta para la
propia supervivencia del país? ¿Dónde nos vamos a presentar con la cara que se
nos ha quedado?
Cada uno de los españoles, como accionista forzoso de Bankia, va a poner
800 euros -no es como en el IRPF voluntario, sino por decreto- para salvarla de
la quiebra ¿y no tenemos derecho a que se investiguen las responsabilidades de
los últimos gestores y de los anteriores? La prima de riesgo está por encima
del listón de intervención ¿y los miembros del Consejo de Administración de
Caja Madrid, incluidos los representantes del PSOE, del PP, de Comisiones
Obreras, de UGT -que cobraron sueldos altísimos e inmerecidos- no sabían nada
de lo que pasaba allí y se van a ir de rositas, con la pasta en el bolsillo? Los
Bancos no nos van a dar un euro porque no lo tienen o lo tienen para otras
cosas y estamos endeudados hasta las cejas para pagar los intereses de lo que
debemos... ¿Enredamos intencionadamente con el IBI de la Iglesia y nos olvidamos
de esto?
Quien corresponda, la Fiscalía, o las propias organizaciones políticas y
sindicales, deberían exigir a los culpables y a los responsables que devuelvan
la pasta cobrada durante sus años de consejeros y pidan perdón a los
ciudadanos, a los que pusieron su dinero en esa Caja y a los que compraron
acciones porque Bankia era un "buen negocio". Y luego, que les exijan la
responsabilidad penal, política y ética que, como administradores, asumieron
libre y voluntariamente. Ni siquiera cumplieron con la responsabilidad "in
vigilando". ¿Ineptitud, malas prácticas, ilegalidades manifiestas o un poco de todo?
Allí estuvieron al parecer, al igual que en el Banco de España, sordos, mudos y
ciegos, pero cobrando. ¡Y eso que estábamos en la Champions League del sector financiero y que teníamos excelentes
organismos reguladores! Una vergüenza.