El presidente Carlos Dívar y el vocal José Manuel Gómez Benítez, con la inestimable ayuda del ministro Ruiz-Gallardón, han conseguido llevar al Consejo General del Poder Judicial a sus más altas cotas de enfrentamiento y a sus más bajos niveles de descrédito. Un Pleno del CGPJ absolutamente dividido ha exigido las dimisiones de Dívar y de Gómez Benítez, mientras Dívar se ha negado a informar sobre con quién come y cena en Marbella y a que se debatiera un escrito en el que se cuestiona sus actuaciones en la ciudad malagueña. El CGPJ está que echa humo.
Este jueves se ha registrado uno de los Plenos del Consejo
General del Poder Judicial más polémicos que se recuerdan. Se debatían los
viajes -¿de placer?, ¿de trabajo?- del presidente del Consejo y del Supremo,
Carlos Dívar, a Marbella; sus estancias en hoteles de lujo, sus cenas a dos.
Pero Dívar, alegando un principio antiguo, se ha negado a declarar sobre tales
extremos, alegando que el presidente no debe dar explicaciones sobre con quién
se entrevista.
Las explicaciones las exigía, fundamentalmente, el
vocal del CGPJ José Manuel Gómez Benítez, y la sesión de este Pleno
'deliberativo' ha sido tan tormentosa que ha durado nada menos que cinco horas.
Al final, Dívar -recientemente exculpado de forma penal por la Fiscalía- no ha
dado explicaciones y sí ha habido recusaciones casi para todos: cuatro vocales,
además de Gómez Benítez, han exigido a Dívar que dimita: los progresistas Margarita
Robles, Inmaculada Montalban, Féliz Azón y Carles Cruz.
Pero lo más curioso, por el contrario, es que siete
vocales han exigido la dimisión de Gómez Benítez por 'chivato', es decir, por
vengativo y por 'desleal', al haber denunciado al presidente ante la Fiscalía
sin pasar primero el asunto por el Pleno: las progresistas Gabriela Bravo y Almudena
Lastra y los conservadores Antonio Dorado, Caro José Fernández Carnicero,
Concepción Espejel y Germán Gallego, además de un séptimo vocal cuyo nombre no
ha trascendido.
La cosa, por tanto, ha quedado en tablas: para
conseguir cesar al presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo o a un vocal se
necesitan dos tercios de los votos; es decir, 13 vocales que así lo exijan.
Ahora bien, el presidente Carlos Dívar ha quedado tan tocado de sus múltiples
viajes a Marbella, que muchos creen que debería presentar voluntariamente su
dimisión...
Dívar se niega a debatir un escrito de Almenar
Es evidente que Carlos Dívar iba a este Consejo
pegado con Súper-Glue a la silla: la suya iba a ser una resistencia numantina,
porque, según aseguran fuentes jurídicas, el ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, le prometió que si aguantaba su posición iba a mejorar. Como ya
explicó Diariocrítico, Gallardón ha conseguido meter una cuña en el CGPJ,
apoyado, precisamente, por Carlos Dívar.
Ahora bien, lo que más perplejidad ha causado en
numerosos vocales es que Dívar se ha negado a que se debatiera en el Pleno un
informe elaborado por Manuel Almenar, con el apoyo de Concepción Espejel y de
Caro José Fernández Carnicero, en el que se ponía en tela de juicio el hecho de
que los vocales del Consejo, y por tanto su presidente, no tengan que dar
explicaciones sobre sus gastos oficiales.
Ese informe iba a ser apoyado por diez vocales: el
propio Manuel Almenar, Gemma Gallego, Miguel Carmona, Miguel Collado, Gabriela
Bravo, Almudena Lastra, Carles Cruz, Inmaculada Montalbán, Ramón Camp y Manuel
Torres Vela.
Pero Carlos Dívar, consciente del peligro que ese
informe representaba para su ya maltrecha imagen, ha impedido siquiera que se
exponga, alegando que no estaba incluido en el orden del día. Es decir, que la
guerra dentro del máximo órgano de gobierno de los jueces aún no ha terminado.
Ni mucho menos.
El escrito de Almenar que no quiso Dívar que se viera
He aquí completo el escrito que el vocal Manuel Almenar, y diez vocales más, querían que se discutiera en el Pleno, a lo que Carlos Dívar se negó:
"Borrador de acuerdo de Pleno
"El Pleno del CGPJ, en relación con los hechos de
referencia el Decreto de archivo de la denuncia interpuesta contra el
Presidente, manifiesta el profundo pesar por el quebranto a que se ha dado
lugar, no sólo para el Poder Judicial, sino para todos y cada uno de los Jueces
y Magistrados que lo conforman.
"Resulta comprensible la repercusión mediática y
social, conscientes como somos de la difícil situación que atraviesa nuestro
país.
"Por este motivo en el día de hoy, se acuerda iniciar
para su aprobación en el próximo Pleno, la elaboración de un Plan de
Transparencia en la ejecución del Presupuesto de este Consejo, en el que se
delimite de la forma más exhaustiva posible, y con el fin de que estos hechos
no vuelvan a producirse, el régimen de fiscalización de todos los gastos que se
realicen, con expresa justificación y correlativa motivación".