"Pocas veces
alguien tiene la oportunidad de observar desde tan cerca la actividad diaria de
un grupo de personas, en este caso, los diputados del Congreso, que permite
conocer y calibrar con detalle sus pequeñas grandezas y sus grandes miserias". Las
primeras palabras del prólogo con el que la periodista Victoria Prego amadrina
a la joven Ketty Garat en su primera aventura literaria, ya advierten de que "Bajo
las alfombras del Congreso" será una visita guiada por la autora hasta la
cocina de la Cámara Baja. No hay recoveco que quede sin explorar en este libro
sobre el Parlamento que nos adentra, incluso, en los sótanos del Hemiciclo, las
llamadas catacumbas, escenario de alguna que otra aparición que relata
minuciosamente la autora.
El libro "Bajo
las alfombras del Congreso" es una explicación de la vida parlamentaria
bajo un prisma distinto. Una visión iconoclasta del quehacer periodístico y
político "con insolencia y respeto a partes iguales". Desde esas alfombras,
vislumbra el ventilador oculto bajo la mesa de Presidencia de Don José Bono, en
la IX legislatura; las prácticas de éste para meter mano al diario de sesiones;
el entrenamiento, cronómetro en mano, de Soraya Sáez de Santamaría la tarde
anterior a su enfrentamiento con Rubalcaba en la sesión de control, o los
caramelos de Santiago Cervera, sobredosis de azúcar para el diabético Carlos
Salvador, ex compañeros ambos de UPN.
Cámaras indiscretas
y micrófonos abiertos que hablan de "hijos de puta", Marina Danko, los
"tontitos", o que pillan a un despistado José Antonio Alonso preguntarle a
Cristina Garmendia su nombre de pila en su presentación oficial como ministra
de Ciencia. Cuestiones anecdóticas entremezcladas con capítulos ocultos, "que
deberían ser divulgados al gran público" porque "¿qué pasaría si los leones
hablarán?", se pregunta la joven periodista Ketty Garat.
Documentos
desconocidos, enmiendas polémicas que hablan de operaciones de rodilla de un
parlamentario de CIU, negociaciones agónicas, votaciones incomprensibles y el
seguimiento mediático de quienes constatan a diario que la Ley de Murphy es la
número uno en la jerarquía normativa de la Cámara. Posición de primera línea de
batalla en la que se describe un periodismo divertido y complejo, de
trincheras, donde los informadores rebuscan en papeleras, se arriman a
conversaciones privadas o asaltan a sus señorías a la caza de un titular, y en
donde, según resume Garat: "Esto es suspense y no lo de Hitchcock".
Bono, la
"Prima Bonna"
Como personajes 'ilustres',
Ketty destaca a un José Bono caricaturizado como "Prima Bonna" -excelente juego
de palabras que resumen al personaje-, "aquel capaz de transformar el Parlamento
en un teatro donde interpretar a sus anchas el papel principal, el de mayor
pompa y circunstancia de la opereta parlamentaria". Y, cómo no, a un Rubalcaba
capaz de pedir perdón que provoca dudas en la autora, quien le define como "el
de más cándido trato en lo personal, pero responsable de los capítulos más
oscuros de la democracia". Y, naturalmente, a quien también fulmina al narrar
la caída de un mito parlamentario: "Cuando Alfredo se expuso a la luz, dejó de
ser Rubalcaba".
Desde su posición privilegiada
de cronista parlamentaria, Ketty Garat se adentra en el escenario donde "en
cualquier lugar surge una noticia que se transforma en Historia, permitiéndote
ser testigo sin permiso de los acontecimientos". Y así, recorre la legislatura
con el relato de una incipiente crisis económica; la 'compra del voto' a los
nacionalistas "quienes nos gobiernan de forma indirecta" y con quienes el
Ejecutivo negoció su voto a gritos "como el precio de los melones o las bragas".
La autora nos
desvela los entresijos del hundimiento del zapaterismo, el ascenso de
Rubalcaba, los enfrentamientos con Chacón y el señor X que estuvo detrás de la
operación que permitió acabar con el 'clan Barroso', que no es otro que Patxi
López. Aderezado con conversaciones telefónicas de madrugada -gritos
incluidos-, que revelan lo que hay detrás del café que necesitó Rubalcaba el
día de la reforma de la Constitución, en agosto de 2011, Ketty Garat explica
sin tapujos las dificultades del esprínter socialista en el las elecciones del
20-N, el vídeo inédito que censuró Alfredo, su llegada a la meta del 38
Congreso de Sevilla...
"Bajo las alfombras
del Congreso no es una crítica contra el sistema sino una defensa del sistema
desde las crítica", dice la autora, para quien lo que se oculta no sólo es
basura. "También hay objetos valiosos que creíamos perdidos; la moderación
hacia alguien cuya fama precede; la explicación de una polémica que murió antes
de alcanzar la verdad...".
El libro se
convierte, así, en una llamada al acercamiento entre los dos grandes partidos
nacionales, PP y PSOE, a quienes advierte de los peligros de una política de
bajos vuelos. Es, en el fondo, una defensa del Parlamento y de la política,
pero "con el corazón puesto en España y el cerebro en la democracia". Y todo
con un fin último, el suscrito por el socialista Ramón Jáuregui en una vibrante
intervención de respuesta al movimiento 15M desde el Hemiciclo: "No queremos
cambiar el mundo. Queremos reformarlo".
Por todos estos
motivos, es el actual Presidente del Congreso, Jesús Posada, quien, levantada
la sesión, concede a Ketty Garat el título de "señoría" en el epílogo del
libro, recordando el traspié del portavoz del anterior Gobierno, José Blanco,
al responder a una pregunta comprometedora de la autora. El tercero en la línea
institucional del Estado describe a Garat como alguien que "como Luis
Carandell, aspira a la generosidad intelectual" y le pone deberes para el
término de la X legislatura: "Espero tener el activo de unas crónicas como
éstas, llenas de frescura e interés".
, quien, levantada
la sesión, concede a Ketty Garat el título de "señoría" en el epílogo del
libro, recordando el traspié del portavoz del anterior Gobierno, José Blanco,
al responder a una pregunta comprometedora de la autora. El tercero en la línea
institucional del Estado describe a Garat como alguien que "como Luis
Carandell, aspira a la generosidad intelectual" y le pone deberes para el
término de la X legislatura: "Espero tener el activo de unas crónicas como
éstas, llenas de frescura e interés".
> Ketty Garat participará este jueves desde las 17:30 en un chat con los lectores, envíe sus preguntas