Snif...es que no nos llaman!
jueves 10 de mayo de 2012, 08:00h
Tengo que admitir que hacía tiempo no
sentía el grado de vergüenza ajena que me ha producido escuchar las
afirmaciones de un representante del PSOE, Eduardo Madina en este caso, en una
entrevista de TVE (en el programa Los Desayunos). El argumento principal
expuesto por Madina, en medio de los resultados penosos que obtiene su partido
en el último sondeo del CIS, es que el Presidente de Gobierno no coge el
teléfono para llamar al principal partido de la oposición. "Rajoy no nos
llama", esa es la razón de todo lo mal que van las cosas.
No pude evitar el recuerdo de aquel
viejo chiste, cuando una joven progre, se queja: "Es que mi novio es un
machista que no me llama". Pareciera que los teléfonos, fijos o móviles,
funcionaran en una sola dirección. ¿Será consciente el señor Madina de la
proporción de su desatino? Pues bien, mi impresión es que esta argumentación no
es una ocurrencia a botepronto sino que es un último recurso, que da muestras
de lo vacio que está el depósito argumental de su partido. Porque en el fondo
es simplemente una forma de ocultar el aprieto en que se encuentra, ya que -por
supuesto- no se trata de un asunto de llamadas telefónicas, sino de la fortaleza
que se requiere para plantear clara y formalmente un pacto para una política de
Estado para enfrentar la crisis económica.
Madina escenifica una forma más del
desgastado argumento que emplean PP y PSOE de que es el otro el que no quiere
el pacto. Parece pues que hay que insistir en ello: la necesidad y oportunidad
de plantear un pacto de Estado no depende de la buena o mala acogida del
interlocutor. Es un acto político que formaliza la intención de una fuerza
política de enfrentar los problemas nacionales mediante un pacto de Estado. Esa
sería una propuesta claramente socialdemócrata, pero el PSOE no tiene hoy la fuerza
ni la capacidad de hacerla. Por eso, la estratagema un tanto ridícula del
"snif... es que no nos llaman" que escenifica Madina, refleja en el fondo el
reconocimiento de sería bueno un pacto de Estado, pero que no están en posición
de correr el riesgo que ello significaría de cara a la galería. Debilidad y falta
de coraje político se llama eso.
Por otra parte, Madina, en su papel
de Mister Acritud, subrayó todas las cosas en que van a estar en contra de
Rajoy, con la convicción que le caracteriza. Y cuando dice que lo hace desde
una posición socialdemócrata, trata de describir sus rasgos: la SD es defensora
del Estado de Bienestar, partidaria del crecimiento económico, etc. Desde luego
que esas pueden ser las señas de identidad de la SD en términos generales, pero
esa definición es una generalización defensiva, porque no dice ni una palabra
acerca de qué caracteriza a la SD en una situación de profunda crisis
económica. ¿Se supone que la actitud socialdemócrata es la de encasillarse en
la defensa del Estado de Bienestar adquirido? ¿Es decir, la posición
socialdemócrata coincide con la tesis radical de "ni un paso atrás"? Por
supuesto que no, pero de eso, de cuál debe ser la actitud socialdemócrata en la
presente crisis, no quiere o no puede hablar actualmente el PSOE. Por eso su
alternativa consiste en dejarse arrastrar por el ruido de la calle y echar la
culpa al otro (porque no les llama). Penoso ¿verdad?