La marcha de Rato, ¿es una
"decisión personal", "en una entidad privada", como dice
Cospedal, o es parte
de la reforma financiera que tratan de cerrar de una vez
Rajoy y
De
Guindos? Las afirmaciones de la
secretaria general del PP parecen abiertamente negadas desde la mayor parte de
los diarios, según resulta fácil comprobar: El Gobierno fuerza la salida de
Rato. La dimisión del presidente de Bankia marca el inicio de una gran reforma
financiera, asegura El País. El Gobierno
fuerza la salida de Rato para salvar Bankia, sostiene El Mundo. Dice ABC: El
Gobierno fuerza la marcha de Rato para sanear Bankia. Abandona el cargo al
verse obligado el Ejecutivo a inyectar cerca de seis mil millones en la entidad
por su exposición al ladrillo. Titula La Vanguardia: Rato se aparta. El
presidente de Bankia tira la toalla tras varios meses de presión del Gobierno.
Dice El Periódico de Cataluña: Rajoy fuerza que
Goirigolzarri releve a Rato.
Economía toma las riendas de la cuarta entidad financiera, que necesitará entre
cinco y diez mil millones de las arcas públicas. Incluso en el muy gubernamental La Razón se
explica que Rato deja Bankia tras anunciar Rajoy que saneará la entidad. Añade
que el expresidente del FMI justifica su dimisión para que no se entienda que
las ayudas públicas ha sido para favorecer al PP. Rajoy y
De Guindos pidieron a Rato que
abandonara la presidencia de Bankia, dice La Gaceta. La Voz de Galicia también
entiende que Rato dimite para facilitar la salvación de Bankia con dinero del
Estado. Y por supuesto, en los diarios
especializados en cuestiones económicas, se insiste en la tesis de que Rajoy y
Guindos "se han cargado" y prescinden de Rato: Titula Expansión: Bankia,
intervenida. El Gobierno fuerza la salida de Rodrigo Rato.
Botín, González y
Fainé pidieron el viernes a De Guindos una solución. Titula Cinco Días: Guindos
entra en Bankia. Economía prepara ayudas públicas por más de siete mil
millones. Y en El Economista se asegura que Guindos invitó a
Rato a irse "para no dañar al Gobierno".
No quería que se pensara que daba ayudas a Bankia por ser próximo al PP...
Por lo menos, los
periódicos parecen tener claro, en términos generales, lo que niega Cospedal:
Que el gobierno tiene mucho que ver, todo, con la salida de Rato de Bankia. La
fuerza, ni más ni menos, para evitar lo
que parecería inevitable: pensar que el Gobierno "presta" cinco, seis, ocho o
diez mil millones de dinero público para
salvar a Bankia, la antigua Caja Madrid, lastrada como ningún otro banco por
los activos inmobiliarios "tóxicos". Por lo demás, y como era fácil de prever,
los diarios de este martes hacen del hasta ahora presidente de Bankia, Rodrigo
Rato, el incuestionable personaje del momento, y le dedican los primeros
espacios en todas sus portadas, como desde el mediodía de ayer vienen haciendo
todos los restantes informativos virtuales o radiotelevisivos. Pero, al margen
de preguntarse y responder "por qué se va Rato", que es la pregunta del
momento, y qué le fuerza a esta nueva "escapada", que permite recordar la que,
en su momento, hizo del FMI, cuando aún no había terminado su mandato, el
propio Rato aporta su excusa: Estimar
que es lo más conveniente para la entidad que ha venido presidiendo, considerada
como clave para la reestructuración del sistema financiero español. Y luego, la
no menos sorprendente decisión de dejar sucesor designado: Rato añade en su
comunicado de despedida que va a proponer al consejo de la entidad la
designación de José Ignacio Goirigolzarri como consejero y futuro presidente
del grupo.
Como decimos, es de la
mayor importancia saber que la decisión de prescindir de Rato y designar a
Goirigolzarri, el jubilado "de oro", coincide con los planes del Gobierno de
poner en marcha de forma inminente, tras
muy largas deliberaciones y retrasos, y tras muchas presiones del FMI, del BCE,
de otras entidades financieras españolas,
un plan de saneamiento para Bankia que prevé la inyección de cerca de
10.000 millones de dinero público con el objetivo de cubrir su riesgo
inmobiliario. Junto a ello, también se cambiarán gestores y parte del consejo.
Eso sí, al lector de diarios les quedará la duda: ¿Es Bankia una entidad
solvente, si merece la inyección de tanto dinero público? Rato ha querido lanzar ese mensaje "muy
tranquilizador" a los 10 millones de clientes de la entidad después de
anunciar su dimisión. "Bankia es una entidad con un nivel de solvencia muy
alto, además con una muy robusta situación de liquidez y con una plantilla de
profesionales espléndida que sirve a 10 millones de clientes y a los 400.000
accionistas", ha declarado.
De manera que el sacrificio
de Rato tiene mucho que ver con la reforma financiera que se nos ha venido
anunciando desde la llegada del Gobierno de Rajoy y que se viene retrasando sin
explicaciones. Las presiones internacionales, y en particular, la charla de
Draghi con Rajoy en Barcelona, y el hecho de que la concesión de créditos siga
siendo una anomalía y una dificultad en la recuperación económica, fuerzan, sin
duda, a reactivar ese proyecto que aparece en la cartera de De Guindos desde el
primer momento, pero que no termina de nacer, entre las muchas dudas que
suscita: Banco malo, qué hacer con los activos tóxicos, qué hacer con las cajas
de ahorros aún supervivientes, con Bankia-Caja Madrid, con la Nova Caixa
Galicia que apadrina Núñez Feijoo, con el gobernador del Banco de España, con
el ICO, con el Frob... Muchas cuestiones
que acaso, finalmente, se terminen de resolver de aquí al viernes, cuando "toque"
el día de las reformas de cada semana...
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