España está muy debilitada en América y la Cumbre de Cádiz está en peligro
viernes 04 de mayo de 2012, 08:12h
América Latina le ha cogido el pulso a Europa y sabe que ésta no existe ni política ni económicamente.
Se vio en su día cuando el mismo Evo Morales,
presidente de Bolivia, nacionalizó diversos intereses de varios países europeos y Europa como tal, España
entre ellos, no hizo nada. Y es que, Morales sabe que poderoso caballero es don
dinero y que los intereses económicos cruzados pueden con cualquier tipo de solidaridad.
La primera conclusión que saco a lo
ocurrido en Bolivia es que Europa no existe y que hará bien Felipe González en
repetir esta obviedad: "Europa nunca se construirá mientras los estados
europeos no cedan soberanía". Mucho antes lo dijeron los padres fundadores,
Monnet, Schuman, De Gasperi y Adenauer, pero es ahora cuando algunos empiezan a
darse cuenta que la cosa va en serio.
La
segunda conclusión es que España está sumamente debilitada. Con una
economía a punto de ser intervenida, con
un paro desatado que se acerca a los seis millones de desempleados, con los
sindicatos movilizando la calle, con el gobierno incumpliendo todas sus
promesas electorales, con la constatación de
haber montado en treinta años un estado autonómico inviable, con una jefatura del estado cuestionada e incluso
ridiculizada y en graves aprietos por el caso de la cacería de elefantes y el juicio a Iñaki
Urdangarin, con un déficit que no se sabe cómo se va a pagar,
España poco pecho puede sacar en plena borrasca.
La
tercera
conclusión es que aparentemente, perdido el respeto, no se sabe cuál
va a, ser el siguiente
movimiento contra una empresa española. Todo apunta a Venezuela, que lo ha intentado varias veces y que lo hizo en el estado Yaracuy
contra propietarios de tierra canarios, contra la empresa Agroisleña y, en su país, contra Radio Caracas Televisión, pero todo depende de la salud de un Hugo Chávez que no está para grandes sesiones patrióticas
sino más bien para grandes sesiones de quimioterapia que lo tienen al borde
de la muerte y cercano a unas elecciones a celebrarse el próximo 7 de octubre y que los militares de su entorno no quieren
celebrar. Y es en este ambiente donde las pequeñas y
medianas empresas españolas y vascas en Venezuela tienen todas
las de perder.
La cuarta conclusión parece que la ha sacado el gobierno español
después de lo ocurrido con Argentina. Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de aquel país nacionalizó YPF, criticó a Repsol por falta de inversiones, sacó a empujones de la sede de YPF en Buenos Aires a los empleados españoles, dijo que no pensaba indemnizar ni con ocho, ni con siete, ni con tres mil millones de euros dicha nacionalización y se rió a mandíbula batiente de las bravatas de los
ministros García Margallo y Soria, de la declaración de
Rajoy, e incluso de un amago de protesta europeo
y norteamericano. Quince días después y
ante la inocuidad de la presión, su socio y amigo Evo Morales ha hecho lo mismo, aunque un poco
más elegantemente, habida cuenta que la dimensión de YPF nada tiene que ver con Redesa.
Pero
esto suena, salvando las
distancias, a lo acontecido en noviembre de 1975 cuando moribundo Franco, su "hermano"
el rey Hassan II puso a caminar la Marcha Verde
y se apoderó a la brava del Sáhara Occidental. Y hasta hoy. En política internacional no hay amigos ni enemigos permanentes, solo
intereses. Ya se ve.
Ante este panorama el gobierno
Rajoy que se las veía muy felices para sacar a mediados de
mayo la "Marca España", como panacea y ariete de venta de un
estado y un país con sus empresas e intereses, ve que todo el invento hace agua
por todas partes fundamentalmente porque la moneda española, hoy por hoy, no cotiza en ningún
mercado. Y, en segundo lugar, ve con preocupación que
su gran Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado
y de Gobierno a celebrar en Cádiz, tiene la misma pinta de lo que sucedió con la última celebrada en Paraguay. Cumbre a la que no fueron ni la
mitad de los presidentes, mucho más ahora con una Argentina, Bolivia, Venezuela
y Cuba en clave beligerante, un Brasil que se lava las manos y un México en campaña electoral. El Bicentenario de la
Constitución de Cádiz que se llevaba preparando con mimo
para tratar de reproducir los éxitos de la Cumbre de Salamanca, comienza
a naufragar como aquel Titanic que tras el choque contra el iceberg pensó que la cosa no iba con ellos.
Y en este duro contexto tan
negativo y donde nadie se atreve a volver a repetir aquello de "¿Por qué no te callas?", la situación de
las empresas españolas y vascas que ante la parálisis
europea veían a América como su flotador, están muy
preocupados. Lógico. Pero poco puede hacerse mientras Europa no sea Europa. Es
la clave.
Para paliar esta
asimetría, sería necesario poner en marcha un código
internacional que no parta del principio de voluntariedad y que posea un carácter
imperativo, coercitivo,
sancionador y exigible ante los tribunales competentes. En esa misma línea, habrían de crearse tanto un Centro de Empresas Multinacionales
-adherido a Naciones Unidas y gestionado entre empresarios, gobiernos,
movimientos sociales y sindicatos; que se encargara de analizar, investigar e
inspeccionar las prácticas de las transnacionales sobre el terreno, lo que
permitiría contrastar y evaluar la información unilateral que actualmente se
recoge en las memorias de Responsabilidad Social Corporativa como un Tribunal
Internacional para las multinacionales.
Con todo ello, nos encontraríamos en disposición de
empezar a afrontar uno de los grandes desafíos en la era de la globalización:
medir los verdaderos efectos sociales, económicos, laborales, ambientales y
culturales de las actividades de las empresas transnacionales por todo el
planeta.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (4)
6591 | sotano - 09/05/2012 @ 08:39:45 (GMT+1)
mira como gran bretaña le puso cojones al problema malvinas
6589 | eduardo s.c. - 09/05/2012 @ 08:39:12 (GMT+1)
estas cosas pasan por tener una imagen de pais corructo y devil si nos joden sea quien sea ay que joderlos mas y como sea
6438 | kroker - 07/05/2012 @ 10:29:08 (GMT+1)
Efectivamente, Witiza Zapatero, traicionó a Mariano Chindasvinto, más conocido por Rodrigo que siempre está de rodríguez, y de aquellos lodos vienen estos barros.
6430 | Cuquiña - 07/05/2012 @ 10:29:03 (GMT+1)
No creo que las empresas españolas sean ONG ni tengan por qué serlos, si están allí es que países atrasados necesitaban infraestructuras, y España se las ha proporcionado, pero muchos de estos países dirigidos por sátrapas pierden el barniz de demócratas y de civilizados y se vuelven a poner las plumas que tenían hace 500 años, y toman "manu militari" las oficinas de estas empresas que entraron con su consentimiento. Si España está débil es gracias al jefecillo de la Alianza de Civilizaciones y de las Grandes Cúpulas europeas que nos hizo el roto que sufrimos, ahora insigne economista que va a sacar un libro, ¡qué atrevida es la ignorancia.
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