Una jugada por el centro y por la derecha
miércoles 25 de abril de 2012, 14:28h
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La partida de ajedrez ha empezado
en Francia. Hollande tiene las blancas y parte con la ventaja del que empieza
la partida. Los movimientos de apertura han comenzado. Sarkozy tiene que
fortalecerse en su derecha y, como mínimo, mantenerse en el centro. Hollande
tiene que poner los caballos en el centro del tablero para evitar que Sarkozy
busque una jugada rápida por el centro si consigue poner su alfil en la derecha
y hacerse con los votantes de Le Pen.
Con los datos que publican los
sondeos franceses, Hollande ganaría la segunda vuelta con un ligero margen.
Pero en los sondeos hay elementos que no se pueden valorar con mucha fiabilidad
puesto que cada sondeo da un resultado diferente. Así, tanto Logica Business, como CSA, BVA y
TNS Sofres dan una mayoría holgada a Hollande que superaría el 54% frente a un
Sarkozy que como mucho obtendría el 46%.
Pero la situación es más complicada
que lo que dicen los sondeos. Si analizamos las elecciones anteriores, vemos
que en la segunda vuelta el número de votantes puede crecer hasta en tres
millones (o decrecer en hasta tres millones), votos suficientes para decidir
quién será el próximo Presidente de la República.
El resultado se puede complicar
aún más si tenemos en cuenta la recolección de apoyos. Si Sarkozy consiguiera
movilizar al 90% del electorado de Le Pen, manteniendo el resto de apoyos tal
cual predicen los sondeos, ganaría las elecciones obteniendo más del 52% de los
votos.
Conseguir el apoyo de Le Pen es
clave, casi tanto como Bayrou. Por el momento es de esperar que un tercio de
sus votantes vaya a Sarkozy, otro tercio vaya a Hollande y otro tercio vaya a
la abstención. Si ese último tercio se moviliza hacia Hollande, el socialismo
llegaría a Francia aunque Sarkozy recabara el 90% de los votos de Le Pen.
Así, en la escasa semana y media
que queda por delante, Hollande debería centralizar su discurso para conseguir
ese tercio flotante de los votantes del centrista Bayrou, puesto que ya cuenta
con los apoyos del izquierdista Melenchon.
Sarkozy, por su parte debería
hacer guiños a la derecha de Le Pen para conseguir los máximos apoyos de su
electorado, pero teniendo cuidado con no perder la porción de votos que le
viene de Bayrou, puesto que si pierde este apoyo perdería las elecciones.
El resultado de esta segunda
vuelta que se celebrará el próximo 6 de mayo no sólo determinará el rumbo de
Francia, determinará el rumbo de Europa. Si finalmente gana Hollande, Merkel
tendrá grandes complicaciones para mantener la política monetaria que está
manteniendo. De momento Europa está en jaque.