Los más viejos en este oficio de la información sabemos que el rey es
una persona razonable. Hubo ocasiones realmente muy duras en las que dudó poco,
incluso muy poco, como cuando el 23-F. Fue razonable, incluso mucho. Y se lo
hemos agradecido no solo los periodistas, sino los ciudadanos en general.
Ahora sucede que ha metido la pata hasta la cadera. Mucho. Y hay quien
piensa que eso va a provocar una desafección a la monarquía que no es el
momento. Es verdad, ahora no es el momento de discutir de eso, de si monarquía
sí o no. Entre otras razones (sobre todo por esas) porque a los españoles,
salvando a la familia real y algunos chalados, en realidad lo de la monarquía
no nos importa nada; simplemente no estamos en contra porque nos quita un problema.
Pero si se convierte en un problema, tenemos realmente un problema.
Ahora, además de vivir la mayor de las crisis de Europa (salvando,
perdón, las de Grecia y Portugal), no podemos meternos en discutir sobre
Urdangarín, el tiro de
Froilán, y los elefantes de Botsuana.
Yo
creo que podríamos llegar a un acuerdo; por ejemplo, reunir medio millón de
firmas para bajar a la mitad el capítulo presupuestario de elefantes en la Casa
Real. Pero, ahora, por favor, no discutamos la forma de Estado. Ahora, no.
Lea también:-
El Rey vuelve a las 'andadas' con muletas y su recuperación es satisfactoria-
¿Debería abdicar el Rey?, por
Fernando Jáuregui
-
Las redes sociales critican con dureza la caza de elefantes del Rey en Botsuana-
Valenciano se escuda y asegura que el PSOE nunca ha comentado la agenda del Rey