La posibilidad de que Repsol YPF sea intervenida por el Gobierno de
Fernández de Kirchner ha caído como una auténtica bomba en el Gobierno español, que inmediatamente ha llamado al Palacio de Santacruz al embajador argentino,
Carlos Antonio Bettini, para quejarse y advertirle que cualquier violación a los principios de seguridad jurídica de Repsol será considerado por España como una "agresión", por lo que el Gobierno español reaccionará con contundencia y pedirá ayuda a nuestros socios y aliados. Es decir, si Kirchner quiere enfrentarse a España, deberá enfrentarse también al conjunto de la Unión Europea.
Esto ocurría por la mañana, pero tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, confirmaba en la rueda de prensa del Consejo de Ministros que de producirse la decisión anunciada "el gobierno actuará con las medidas que tiene a su alcance". Al ser preguntada sobre qué medidas son esas, la vicepresidenta dijo tajante: "El gobierno tomará las decisiones que corresponda, pero las medidas no se anuncian, se adoptan".
La vicepresidenta sí confirmó que "el Consejo de Ministros lleva trabajando intensamente sobre este asunto desde el mes de enero", fecha en la que el ministro de Industria viajó a Argentina. Y dijo también que a la presidenta Kirchner "se le está trasladando a todos los niveles la preocupación que tiene España" y cómo afectaría una decisión así a la propia España, pero también a la Unión Europea. "Este gobierno no va a quedarse parado", añadió firme la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.
Margallo amenaza con responder a las amenazasParalelamente, el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación,
José Manuel García-Margallo, ha afirmado este viernes que cualquier violación a los principios de seguridad jurídica de Repsol será considerado por España como agresión, por lo que reaccionará y pedirá ayuda a socios y aliados.
En una rueda de prensa convocada de manera urgente en el Palacio de Santa Cruz, sede del ministerio, García-Margallo llamó a Argentina al diálogo y la negociación para solucionar el conflicto, aunque aclaró que no sabe si de verdad se presentará una Ley de Expropiación, como se especula.
Previamente, García-Margallo había convocado al embajador argentino en España,
Carlos Antonio Bettini, para protestar sobre los planes del gobierno de su país de nacionalizar la empresa petrolífera YPF, actualmente propiedad de la española Repsol. Bettini salió del ministerio español sin hacer declaraciones a la prensa.
El PSOE apoya al GobiernoPor su parte, la vicesecretaria
general del PSOE,
Elena Valenciano, ha respaldado las gestiones que está
haciendo el Gobierno español frente a la amenaza de Fernández de Kirchner, calificándola
de "giro político inexplicable que debe corregirse". Son ya siete las
regiones argentinas que han revocado sus permisos a la filial de Repsol.
Las declaraciones de
Valenciano se producen después de que el ministro español de Industria, Energía
y Turismo,
José Manuel Soria, advirtiera al Gobierno argentino de que
"gestos de hostilidad" contra las empresas españolas, entre las que
figura Repsol YPF, serán también considerados "hostilidad a España y al
Gobierno de España" y tendrán "consecuencias": "Yo creo que
todas las gestiones diplomáticas y políticas se están haciendo y que se están
haciendo bien, y por lo tanto espero que la presidenta Fernández de Kirchner
considere el conjunto de las relaciones hispano-argentinas", ha dicho.
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