Ayer se cumplieron ocho años de los
terribles atentados del 11-M (con eme de Madrid), cuando unos terroristas,
en una cadena de brutalidades, asesinaron a 192 personas e hirieron a unas
1.500. En los actos de conmemoración de este terrible suceso, ni la herida de
la memoria ni los rescoldos del dolor lograron la unidad de todas las víctimas,
de quienes aún sufren secuelas físicas y psíquicas tras los atentados, y de sus
familiares. Hay dos asociaciones de víctimas, la que preside PilarManjón y la
que preside Ángeles Pedraza, y lamentablemente cada día ahondan más sus
diferencias, su desencuentro, y ayer celebraron sus actos en distintos
escenarios.
Daría para un largo debate entrar en las
razones que separan a estas buenas gentes, aferradas a una misma pena, pero que
interpretan de distinta manera las circunstancias y la investigación del suceso
que segó la vida a familiares suyos. Para la Asociación liderada por Pilar
Manjón, que celebró su acto conmemorativo en la estación de Atocha, "el caso
está juzgado, aunque hay una repugnante conspiración de unos fanáticos que no asumen
que los atentados fueron cometidos por yihadistas". Para la Asociación
de Ángeles Pedraza, que se reunió en el "Bosque del Recuerdo", en el parque del
Retiro de Madrid, "el 11-M no es un caso cerrado, y quedan muchos
detalles por esclarecer porque no se sabe toda la verdad de lo ocurrido".
Uno se queda casi sin palabras ante estas
situaciones cuando, tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, todas
las víctimas se unieron como una piña, dándose consuelo y apoyo, y respetando
la actuación de las autoridades policiales y judiciales. O ante el caso más
cercano, la tragedia de Fukushima (con más de 20.000 víctimas mortales), de la
que ayer se conmemoró el primer aniversario, y sobre la que los japoneses no se
dividen entre quienes debaten sobre el cambio climático o sobre el "efecto
invernadero" o sobre el peligro nuclear, sino que todos lloran juntos y en
silencio.
Con el mayor respeto para el dolor de
todos, y para la forma de pensar de cada cual, nos atrevemos a pedirles a los
miembros de ambas asociaciones madrileñas de víctimas del 11-M que aparquen sus
diferencias, que se estrechen la mano, que se abracen, ya que sólo la unidad es
un arma eficaz contra cualquier terrorismo, del signo que sea, de la naturaleza
que sea, y siempre de la misma crueldad, de idéntica vileza.
Ese abrazo de Vergara, es imposible. Una se cree la verdad judicial, y otra no, y es muy difícil permanecer equidistante. No se puede insultar a los que piensan una u otra cosa, y no se puede volver a llamar conspiranoicos a los que tenemos enormes dudas y muy razonables, por ejemplo ¿quién y por qué se hicieron desaparecer en dos días los trenes con el cuerpo del delito, el explosivo? ¿quién ocultó que había dos vagones escondidos? ¿cómo es posible que unos chorizos de poca monta, para más inri, confidentes de policía y guardia civil, hayan conseguido hacer un atentado sincronizados de varios vagones en distintas estaciones al mismo tiempo? para eso hay que tener enormes conocimientos en explosivos. ¿Por qué estaba interesadísimo los días 12 y 13 de Marzo, jornada de reflexión en "queremos saber toda la verdad" y el 14 en el que contra todo pronóstico ganó el Psoe se le pasó toda la curiosidad? difícil de tragarse semejantes sapos a cualquiera con dos dedos de frente
Quizás las victimas que nos dejaron estén siendo manipuladas por las que se quedaron, y espero que éstas no sean totalmente conscientes de lo que están haciendo.