viernes 09 de marzo de 2012, 10:18h
APLIKA ZAITEZ o
el euskera para txikis tecnológicos. Es un aprendizaje
que se reinventa para los más pequeños de la casa a través de los cacharros de
última generación. De la mano de Monike, la protagonista del cuento Kili-kili, los niños podrán conocer
los nombres de diferentes objetos en este idioma mientras recorren escenarios
como una habitación, la cocina, el baño o la playa. Una experiencia
interactiva, gracias a las actuales tabletas digitales, que permiten a los
menores asimilar conceptos básicos como colores o animales, partes del cuerpo o
los objetos cotidianos de la casa. Trece pantallas que constituyen una verdadera
experiencia interactiva. "Al pulsarlas, sale un texto y una voz te dice el
nombre de objetos básicos que comienzan a utilizar los niños cuando tienen dos
o tres años", lo explicó su creador, el artista bilbaíno José María
Martínez Burgos, Hafo.
Y es que Kili-kili es el primer cuento infantil
interactivo para terminales móviles como iPad, iPhone y
iPod Touch, que permite a los txikis comenzar a conocer las primeras palabras
en euskera. Se trata de una aplicación para iPad, iPhone e iPod Touch que está
disponible en las tiendas Apple de todo el mundo al precio de 2,99 euros.
Hasta aquí el último grito. Kili Kili
cibernético. Pero volvamos al pasado. En diciembre de 1979, el Lehendakari D.
Jesús María de Leizaola, volvió del exilio. Salió de París
en un avión que fletamos y llegó al aeropuerto de Sondika,
tras 42 años de exilio. Cuando salió por la portezuela con su
sombrero de ala y su gabardina blanca, parecía la viva imagen de un espectro de otro
tiempo.
De allí a San Mamés y, al día siguiente, a Gernika a
entregarle las llaves de la delegación de París al entonces presidente del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea.
Y, por esas cosas de la vida, a encabezar la lista del PNV en Bizkaia en marzo
de 1980 y de ahí al Parlamento Vasco.
Fueron años duros, de puesta en marcha de
instituciones, de cien muertos al año de ETA, de crisis económica, de secuestro del Parlamento por los trabajadores de Nervacero y
allí estaba el viejo roble
dando el callo, hasta que un día nos dijo que dimitía pues quería recorrer Euzkadi y dar
paso a la juventud.
Como consecuencia de aquello, todos los grupos de la Cámara le organizamos una comida
de despedida en el restaurant El Portalón de Gasteiz. A los postres le regalamos
una bandeja de plata y cada uno de los presentes contó algo de, o, sobre Leizaola.
Y
recuerdo vivamente la intervención de Mario Onaindia.
Éste contó que tras su salida de la cárcel, después del Juicio de Burgos,
fueron "extrañados" a Francia y al final
puestos en libertad. Y decidieron retomar la actividad política e ir visitando a los
distintos protagonistas de partidos, organizaciones y entidades y como en París
tenía su residencia el
gobierno vasco en el exilio decidieron ir a visitarle al Lehendakari Leizaola.
Éste les recibió y sin apenas dejarles decir para que habían ido a visitarle empezó a hablar de la revista
Kili Kili, una publicación para ir difundiendo el euskera y su aprendizaje para los niños en aquellos años de
gran penuria editorial sobre estos temas. Y el hombre se alargó de tal manera que Mario
Onaindia y otros dos antiguos miembros de ETA salieron de allí echando pestes. "Éste
hombre está fuera de la realidad".
"Vive en el siglo XIX". "Hablarnos a
nosotros de Kili Kili una revista infantil para críos",....y así todo.
Pasado el tiempo, Mario Onaindia en
aquella despedida en El Portalón sacaba su conclusión. "Mire usted. Nosotros creíamos que usted estaba equivocado y fuera
de la realidad, pero ha pasado el tiempo y tengo que decirle que quienes estábamos fuera de la realidad
éramos nosotros que queríamos hablar de la revolución pendiente, de ETA, de la
lucha en la calle, pero usted nos llevó al euskera, a los niños, a la escuela, al futuro. Se lo reconozco, Lehendakari".
Y
todos
aplaudimos aquella intervención de aquel barbudo inmenso en sus palabras dirigidas a aquel viejillo
que parecía estar fuera de la
realidad pero era de los pocos que pisaba tierra. No en vano había fundado la Universidad
Vasca nada más llegar al gobierno en
octubre de 1936 hace ahora 75 años.
Bueno pues esto es lo que me ha
recordado la noticia sobre el Kili Kili cibernético, algo que no estaba ni en el pensamiento del viejo Lehendakari. ¿O
sí?