jueves 08 de marzo de 2012, 14:00h
A este paso, la sociedad española se va a ver reflejada en tres modelos: chinos, pobres y ricos. Lo de los pobres, porque crece la lista: se calcula que todos los españoles nos hemos empobrecido en casi un cuarenta por ciento en los dos últimos años; salvo, claro está, los ricos muy ricos, que Amancio Ortega, enhorabuena, me alegro de verdad, sigue ahí, cada vez más arriba en el 'ranking' Forbes. Lo de los chinos, porque parece -otro rico, el presidente de Mercadona, Juan Roig, dixit- que son el canon del trabajador a imitar: callados, currantes a tope, nada de sindicalistas molestos... A veces, reconozcámoslo, da la impresión, escuchando a algunos prohombres de la empresa, de que estamos regresando apresuradamente a los viejos buenos (según para quién) tiempos del 'laissez faire, laissez passer', lo cual no parece conveniente para el segundo modelo, los pobres, y posiblemente, si bien se mira, tampoco para el primero, el de los ricos. Por supuesto que estoy, o quizá no, hablando de la reforma laboral cuya tramitación en el Parlamento comenzó este jueves. Por supuesto, estoy, o quién sabe si acaso no, hablando de la manifestación de este domingo decretada por los sindicatos, que algunos consideran, o puede que no -yo me inclino por el 'no'--, una antesala de la huelga general. Yo no quiero un país en el que todos trabajemos como chinos, sin fines de semana y casi sin más derechos sociales que el salario bilateralmente pactado...o unilateralmente impuesto. Tampoco quiero un país donde los mensajes de los sindicatos, y de algunas voces de la oposición, se reduzcan a eslóganes simplificados (la manía de condensar la realidad en ciento cuarenta caracteres), del tipo 'quieren consagrar el despido libre', porque siempre acabo pensando 'no es eso, no es eso'. Lo mismo que cuando el presidente de la patronal, Juan Rosell, con voz reñidora, le dice a una periodista de la tele que es falso que la reforma laboral abarate el despido. Pues sí, lo abarata; a partir de ahí, señor Rosell, podemos iniciar el debate acerca de si ello es conveniente o no para la supervivencia de las empresas. Pero que sea un debate en serio, partiendo de datos reales. Porque, claro, tampoco me gustaría sentirme habitante de un país en el que son los representantes de las empresas -pongamos los ricos, aunque en este caso quizá la mayoría cada vez lo sea menos- quienes presumen de haber hecho una legislación a su gusto en materia de reforma laboral, y no solamente en esa materia. Ni me veo gritando eslóganes no-del-todo-exactos en una manifestación este domingo, la verdad. Espero que no piense usted, querido lector, que tengo algo en contra de los ricos. O de los empresarios (yo mismo soy uno, pequeñísimo, eso sí). Ni de lo sindicalistas, claro. Ni de los políticos, así, en general. Solamente ocurre que me enervo cuando nos abruman con mensajes en los que los unos, los otros y los de más allá claramente piensan que los ciudadanos somos rematadamente tontos. ¿Nos querrán engañar como a chinos?
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (6)
4268 | Luis - 10/03/2012 @ 18:11:44 (GMT+1)
Mire, Vd, doña Maruja. Con la legislación laboral vigente que Vd tanto defiende este país se ha ido al guano. Somos el país con más paro en toda Europa y en la OCDE. Y a pesar de la gran protección del empleo que a Vd tanto le gusta, hay cinco millones de desempleados en la puta calle sin ningún derecho y sin ninguna esperanza de encontrar un medio de subsistencia. Entre ellos, están las nuevas generaciones de jóvenes que llegan a la vida laboral (¿serán generaciones perdidas?), que disfrutan de tasas de desempleo tercenmundistas superiores al 50% y al 60%. España es hoy por hoy un país incapaz de competir en el mundo. Y hoy en día la economía es global. O competimos con Alemania o con Suecia o con Estados Unidos o con Brasil o con Corea o con la India o con China. Pero, lo malo es que no somos competitivos con nadie. Somos un desastre completo en todos los segmentos económicos de la competencia. Y por eso somos los campeones del paro. Más mal que bien, el PP está intentando que este país vuelva a la senda de la competencia antes de llegar a la ruina completa. Pero Vds siguen en su arcaica lucha de clases del siglo XIX y en demonizar a cualquier empresario y emprendedor y cualquier cambio que haga de España un país con parecidas condiciones competitivas siquiera a los de su entorno. La mentalidad zapatética del estado protector que todo te lo va a dar sigue en sus mentes y ésa es la peor mentira que se haya vendido a los españoles. La izquierda no tiene proyecto. Sólo dejar que todo se arruine y se derrumbe para tomar las banderas de la revolución. Ahora aspiran a que sigamos con la legislación laboral franquista. Cuando llegue el crack, aspiraran a que seamos Cuba.
4263 | maruja - 10/03/2012 @ 18:11:14 (GMT+1)
A Luis: y la solución al paro es ¿enfrentarnos a los que tenemos trabajo con quienes no lo tienen? ¿La solución al paro es echarnos a la calle con la mayor facilidad del mundo y casi gratis total a los que tenemos trabajo? ¿ En qué beneficia cualquiera de esas dos situaciones a los parados? si me lo explicas, tal vez no me importe que me despidan por dos duros y sumarme a los 5 millones de parados.Y desde luego serán 6 millones a final de año gracias a esta magnifica Reforma Laboral del PP que, según Luis ,debe de ser de izquierda ya que es la izquierda la que ha generado los 5 millones de parados y será la izquierda, claro, la que nos lleve a los 6 millones. No te fastidia!
4256 | maria - 10/03/2012 @ 18:11:11 (GMT+1)
Es Vd. muy optimista Maruja, ojalá nos llevaran al siglo XIX, nos van a llevar al siglo XVII, justo antes de la revolución francesa. No hay salida para los parados y los empresarios se regodean con menosprecio y risitas
4257 | maria - 10/03/2012 @ 18:11:10 (GMT+1)
Lo que no hay duda es de que van a tener éxito, relegando a la mujer a las tares del hogar y despidiendo a las que se queden embarazadas, por memas
4252 | maruja - 10/03/2012 @ 18:11:04 (GMT+1)
perone que utilice su columna para desahogarme, sin que mi desahogo tenga que ver directamente con su artículo. Pero es que estoy indignada de ver como todos los medios próximos al PP -leáse practicamente todos en digital, papel, radios y tv- han ninguneado la aprobación en el Congreso de la Reforma Laboral que nos devuelve a las condiciones laborales del siglo XIX. Hasta con Franco -y por supuesto soy antifranquista- teníamos más seguridad. Lo coultan para ver si nos olvidamos, para ver si consiguen convencernos de que la huelga no es necesario. Medios de comunicación que incumplen su obligación constitucional de darnos una información veraz, Una vergüenza en la que, afortunadamentem, Diariocrítico no cae, por supuesto.
4255 | Luis - 10/03/2012 @ 18:10:59 (GMT+1)
Las condiciones laborales de los cinco millones de parados son magníficas. No te fastidia. Y serán seis millones al final de este año. Del siglo XIX son algunas de las mentalidades que nos han llevado a la ruina. La izquierda ha dejado este país en la miseria y completamente muerto y listo para su entierro.
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