Disensiones de Cataluña y Andalucía en el déficit autonómico
miércoles 07 de marzo de 2012, 07:37h
La decisiva reunión del
Consejo de Política fiscal y Financiera desarrollado en la tarde de este martes
se resume con facilidad: Rajoy impone su poder a las Comunidades Autónomas,
Cataluña se resiste y discrepa, y Andalucía se niega, y resulta ser "el malo de
la película". "Todos estamos de acuerdo, menos uno", apuntó ácidamente Montoro,
señalando "la perversión andaluza" por razones de campaña electoral. Son las
deducciones inmediatas de la referida reunión de los consejeros de las
diecisiete Comunidades Autónomas en torno a Montoro y Beteta. Los titulares de
los periódicos relatan en grandes caracteres lo sucedido, que en buena medida
era lo previsible: Rajoy impone recortes máximos a las autonomías, pese a Mas y
Griñán, cuenta El País y que 13 de las 17 autonomías apoyan la reducción del
déficit al 1,5 por 100. Cataluña y Andalucía mantienen sus reparos al reparto
del ajuste. Según El Mundo, el Gobierno
se niega a flexibilizar el objetivo de déficit pero facilitará a las CCAA
instrumentos legales para que cumplan. Las CCAA del PP asumen el ajuste,
Andalucía vota en contra y Cataluña y Canarias
se abstienen. Cataluña se distancia del déficit que imponer Rajoy, dice
La Vanguardia. Las autonomías cargarán
con el grueso del recorte, se queja El Periódico de Cataluña, que señala que el
PP vota en bloque en el CPFF. También emplea el mismo término: Rajoy "impone"
el 1,5 por 100 de déficit, con el voto en contra andaluz y la abstención
catalana. Mas acusa a Rajoy de dar un
paso atrás en lugar de ser un ejemplo de austeridad. Señala La Razón que Andalucía es la única
autonomía que rechaza reducir el déficit al 1,5 por 100. "Viva el despilfarro",
dice el gran titular de este diario, el más afín al Gobierno y a la severa
intervención de Montoro contra la autonomía andaluza. Y en otro titular no
menos "agresivo": Andalucía se queda sola y rechaza apretarse el cinturón.
Griñán: 35.000 mó9viles y millones para los sindicatos. ¿Se puede ser peor?
También ABC: Sólo Andalucía rechaza el nuevo recorte autonómico, dice tras
señalar el "cierre de filas" del PP frente al déficit. El Gobierno logra el
apoyo mayoritario para aligerar el 15.000 millones el déficit regional. O e La Gaceta: Sólo Andalucía se niega a cumplir
el objetivo de déficit del 1,5 por 100...
Sobre esta "asignatura
autonómica pendiente" es sabido que hay ciudadanos que lo tienen claro: muchos
problemas españoles, económicos y de otra especie, se resolverían si se
anularan, por real decreto, las autonomías. El Estado autonómico les parece el
gran error de nuestro tiempo, y todo lo
que se haga por corregirlo será positivo. Muchos otros ciudadanos, a la vista
de la serie larga de escándalos nacidos y desarrollados en los Gobiernos
regionales, abundan en parecidas teorías: Las Comunidades se han desmadrado,
son un caos necesitado de alguien que lo organice y lo haga funcionar con
criterios de racionalidad. La ultima demostración han venido a ser los datos
del déficit de 2011, que las CCAA han "descuadrado" , situando al Gobierno de
España en una situación delicada de muy escasa credibilidad. Zapatero-Salgado
se habían comprometido en el objetivo del seis por ciento, el nuevo Gobierno de
Rajoy-Montoro-Guindos sostuvo en un primer momento que sería el 8 por 100, y
finalmente, amplió la cifra al 8,5... En Bruselas aún no terminan de fiarse. Y
en España, se ha buscado culpable a tales desafueros y contradicciones, y se
han hallado en unos cuantos gobiernos autonómicos que "se pasaron varios
pueblos" en el gasto o en sus deudas. De manera que se hace imprescindible
volver al orden, y hacer borrón y cuentas nuevas a partir de los datos de 2012.
¿Resultará fácil? No pocos pensamos que si se eliminan las ocurrencias costosas
-como los donativos a Urdangarín, las obras inútiles, las televisiones "de
partido"-, los dineros de las CCAA deben llegar para lo que es esencial en sus
obligaciones. Atender los gastos sanitarios, educativos, de la dependencia, y
poco más. En adelante, ya han escuchado los consejeros autonómicos que no habrá
la flexibilidad de ejercicios anteriores, ni excepciones para quienes incluso
tenían el atrevimiento de advertir que se iban a pasar unas décimas, y
duplicaban o triplicaban el tope permitido de gasto. Además de Rajoy y de
Montoro, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta,
ha advertido a las comunidades autónomas de que ya no hay ninguna
flexibilidad en los objetivos de déficit público de este año. Beteta
recordó que ya se comprometieron al tope de gasto del 1,3% en 2011, y lo
saltaron casi todas. Y para 2012, las comunidades deberán tener un déficit del
1,5%. Y punto. Sin excusa ni pretexto.
¿Qué hay que cuadrar, para
que salgan bien esas cifras? Pues, como en cualquier empresa, que se ajusten
los ingresos y los gastos. Empecemos por su número de funcionarios: Mientras el
Estado ha reducido el 22% su personal, las comunidades lo han aumentado un 44%
y las corporaciones locales un 39%. Mal punto de partida es ése. O la imaginativa
creación de más y más empresas públicas autonómicas, hasta más de quinientas,
en la mayor parte de los casos, para hacer ocultación de gastos "no
presentables" ni justificables... En ese mismo capítulo se hace imprescindible
proceder al recorte, ojalá eliminación,
de unas cuantas televisiones autonómicas, en particular las más caras:
Tv3 catalana, el Nou valenciano, la TV andaluza, la TeleAguirre madrileña, y así sucesivamente,
sin olvidarse de las teóricamente menores, pero también costosas y "ad honorem"
del líder de turno. El mismo secretario de Estado Beteta ha subrayado que el
Gobierno aprobará un préstamo sindicado de 35.000 millones de euros destinado a
comunidades y ayuntamientos, con el fin de que puedan pagar a proveedores.
Recordó, también, que el Gobierno ha ampliado a diez años el plazo de
devolución de los ingresos de más que recibieron las comunidades. Sin pasar por
alto que las comunidades se beneficiarán de la subida del IRPF. Y a quien
compara lo que tiene que recortar el Estado autonómico o el Estado central,
Beteta explica que el Estado "ya ha dado muchos pasos, ahora les toca a las
comunidades dar los siguientes".
También Beteta ha recordado que las autonomías y los ayuntamientos
deberán presentar un plan de ajuste antes del 31 de marzo y que en 30 días
Hacienda analizará los 8.300 planes (de los Gobiernos autonómicos y
municipales), para ver si se atienen a los parámetros establecidos y con el
objetivo de que se empiece a pagar deudas atrasadas en mayo. Se señala hoy en
El Economista que Ayuntamientos y Autonomías crearon 590.000 empleos públicos
en diez años, y dice Cinco Días que Beteta urge a las regiones a reducir unas
plantillas sobredimensionadas. Nadie duda de que también las administraciones
públicas se enfrentan a uno de sus mayores retos por causa de la caída
generalizada de los ingresos y el sostenimiento del estado de bienestar. Que
hayan dejado de construirse viviendas ha sido un hachazo a muchos ingresos
locales. Pero eso no quita para admitir que las administraciones públicas están
sobredimensionadas por un razón del amplio período de bonanza con una
concepción de la administración basada en ofertas de puestos que no se
justificaban con la necesidad de los servicios.
Es evidente que, en la
nueva fase, las Comunidades autonómicas no se van a volver a desmandar ni a ir
por libre. Rajoy, Montoro y Beteta lo impedirán.