jueves 16 de febrero de 2012, 14:04h
Uno entiende que, tal y como están
las cosas en estos momentos, el PP tenga otras prioridades más importantes que
la celebración de un congreso que renueve o confirme la actual estructura
organizativa del partido; uno comprende que su presidente, Mariano Rajoy,
esté más pendiente de afrontar los graves problemas por los que atraviesa
España que preocuparse por elegir una nueva comisión ejecutiva y uno acepta que
no es fácil adaptar la agenda del presidente del Gobierno, de numerosos
ministros, de presidentes de comunidades autónomas, consejeros y de multitud de
alcaldes, a los escasos tres días, 17, 18 y 19 de febrero, en que tiene lugar
el XVII Congreso Nacional del PP en el Palacio de Exposiciones y Congresos de
Sevilla y al que acudirán cerca de cuatro mil personas entre los 3.172
compromisarios, invitados y periodistas que participan en el mismo. Lo que uno
no acaba de entender es que a sólo 24 horas del inicio de este congreso siga
sin haber un programa que especifique el transcurso de las diferentes sesiones
que se desarrollarán este fin de semana en la capital andaluza. A no ser,
claro, que se pretenda ocultar cualquier información previa para evitar que
alguien tenga la aviesa intención de boicotearlo. Ha habido que esperar a
mediodía del jueves, para que la secretaria general, María Dolores de
Cospedal, y el presidente del PP andaluz y secretario de Política Municipal,
Javier Arenas, faciliten algún dato de esta especie de cónclave
fantasma.
Es cierto que, con los precedentes del XXXVIII Congreso Federal del PSOE,
reciéntemente celebrado en Sevilla, el del PP se presenta bastante aburrido
informativamente hablando. La falta de candidatos anternativos a Mariano
Rajoy y la unidad de los populares en torno a su actual lider y a su
ejecutiva, impiden cualquier tipo de especulación que suscite el morbo que
rodeaba al cónclave de los socialistas. Por ello, la única expectativa de este
congreso es ver cómo va a apoyar el partido al presidente del PP andaluz, Javier
Arenas, ante el importante reto que se le presenta en algo más de un mes,
con las cruciales elecciones andaluzas del 25 de marzo. Arenas no sólo necesita
reforzar su posición interna dentro del PP, sino que debe obterner un respaldo
unánime de sus compañeros de partido y sobre todo del Gobierno central para
lograr mantener la actual diferencia de intención de voto que le anuncian las
encuestas e incluso ampliarla para conseguir esa ansiada mayoría absoluta que
le proporcione el deseado relevo al frente de la Junta de Andalucía después de
más de treinta años de gobiernos socialistas ininterrumpidos.
La gran diferencia entre ambos congresos, el del PSOE y el del PP, es la
distinta posición con el que los líderes nacionales y regionales los han
afrontado. Si los socialistas han apoyado finalmente a su nuevo secretario
general, Alfredo Pérez Rubalcaba por sólo una veintena de votos frente a
su contrincante, Carmen Chacón, ahora es posible que Mariano Rajoy logre
un respaldo a su gestión de los que los polítólogos califican como "a la
búlgara", es decir, casi unanimidad absoluta de los más de tres mil
compromisarios. Y si el candidato socialista a la Presidencia de la Junta de
Andalucía, José Antonio Griñán, se llevó del Congreso de Sevilla, las
migajas del "florero" de la Presidencia del partido tras haber
apoyado a la candidata perdedora, el presidente del PP-A y candidato popular a
la Presidencia de la Junta, Javier Arenas, no va a tener problema alguno
para ocupar un puesto decisivo e importante en la nueva Ejecutiva nacional del
PP que salga elegida este fin de semana en Sevilla.
Con todas estas premisas, el XVII Congreso Nacional del PP, que presidirá el
alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido y cuyo lema es "Comprometidos con
España", ofrece escasos alicientes para el morbo informativo. Se trata más
de un debates de ideas que de nombres y cuando faltan nombres en la lucha por
el poder, parece que decae el interés de los medios de comunicación. Sólo
les adelanto que serán tres los nombres que más resonarán este fin de semana en
la sede sevillana de FIBES, el de Manuel Fraga, quien recibirá un
homenaje pústumo de sus compañeros de partido, el de Mariano Rajoy que revalidará
la presidencia del partido por unanimidad, y el de Javier Arenas, que
será acogido como futuro presidente de la Junta de Andalucía. Espero que todas
estas expectativas de futuro de esta especie de "congreso fantasma"
no anden demasiado descaminadas.