¡Ay, por tu madre, colócanos!
martes 14 de febrero de 2012, 11:26h
De todo el discurso que el ya ex secretario general
del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, dio el domingo cuando presentó
su dimisión "por presiones de la Ejecutiva regional", me quedo con
una frase que resume en lo que están pensando muchos de los socialistas que en
estos momentos ocupan algún cargo en las administraciones públicas. La frase en
cuestión, dirigida a sus compañeros de partido, era: "¿En qué estamos
pensando? ¿En el día 25 o en el día 26?". O lo que es lo mismo que cada
uno se está buscando en las listas un puesto con posibilidades de salir elegido
parlamentario andaluz con el fin de aguantar al menos otros cuatro años
viviendo del cuento en espera de mejores tiempos. En el fondo lo que menos les
importa es que las candidaturas a las elecciones andaluzas del 25-M estén
formadas por "rubalcabistas", por "chaconistas" o sean de
integración de ambas sensibilidades. Lo que de verdad importa en toda esta
crisis es aquello que cantaba el recordado Carlos Cano evocando a Emilio
el Moro, ya saben, lo de "colócanos, colócanos, ay por tu madre,
colócanos". Porque, claro, sin poder en los ayuntamientos y las
diputaciones (excepto la de Sevilla) y con los ojos puestos en la posible
pérdida de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el 26-M se presenta para
los socialistas como un verdadero desastre, un terremoto, como un lunes al sol,
como un tsunami que puede llevar a muchos vividores del PSOE a las colas del
INEM después de más de treinta años de plácida y holgada existencia a espensas
de nuestros impuestos. Y no está el horno para bollos ni la crisis permite
ahora fundar tantos despachos de influencias como ocurría hace tan sólo unos
años. Los cuarenta y tantos escaños que el PSOE saque el 25-M en el antiguo
Hospital de las Cinco Llagas se venden en estos momentos a precio de oro.
Significan, nada más y nada menos, que estabilidad, un buen sueldo y bastantes
privilegios durante otros cuatro años.
Hay ocasiones en las que los comentaristas políticos perdemos la perspectiva,
sobre todo aquellos que, desde la distancia, suelen escribir de oídas. En esta
crisis hay muchos que hablan de diferencias de sensibilidades, de controversias
ideológicas sobre el futuro del PSOE, de distintas concepciones del partido.
Nada más lejos de la realidad. El enfrentamiento por dos concepciones del
partido se produjo cuando, a finales de los años 80 del pasado siglo, Alfonso
Guerra defenestró a José Rodríguez de la Borbolla que pretendía
una mayor autonomía de los socialistas andaluces en un partido federal. Ahora
no hay nada de eso. Rubalcaba y Chacón, como he dicho tantas
veces, son como Isabel y Fernando, da igual, tanto monta, monta tanto. La
diferencia entre la concepción del PSOE de uno y otra es nimia e
intrascendente. Ahora lo que hay en juego es algo más pragmático, conservar
como sea el puesto de trabajo (lo de trabajo es un decir) para asegurar el
futuro de la familia. De ahí que la lucha por ocupar un puesto en las listas
con posibilidades de salida en las elecciones andaluzas, sea vital para muchos.
Por ello resulta ridículo que el gran problema en la candidatura por Sevilla, y
que ha propiciado la dimisión de su secretario general, haya sido la
"guerra de los Gómez", es decir, el puesto número 7 que pretendía
ocupar el ex concejal rubalcabista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y
que le fue dado por presiones de Pepe Griñán y Susana Díaz, a Carmelo
Gómez. La excusa no puede ser más tonta.
Ahora la cuestión es si Ferraz respeta lo que apruebe el Comité Director del
PSOE-A que es posible que haga algún cambio en la candidatura para limar
asperezas, o le enmienda la plana con la lista de Sevilla. No parece que
Rubalcaba se atreva a tanto. Rubalcaba se juega mucho el pròximo 25-M para
desautorizar al candidato Pepe Griñán. Así que habrá que esperar a ver
qué ocurre el 25 de marzo y si, como se espera, Griñán se estrella, el recambio
está cantado. Apunten el nombre: Micaela Navarro Garzón, actual
consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía,
iliturgitana, 55 años y persona que goza de la total confianza de Alfredo
Pérez Rubalcaba. Largo me lo fiais pero, si el PSOE no consigue gobernar
tras el 25-M, será ella la primera mujer candidata socialista a la Presidencia
de la Junta en los comicios del 2016. Al tiempo