Profunda crisis en el PSOE andaluz, a seis semanas de las autonómicas
lunes 13 de febrero de 2012, 08:25h
La
política andaluza, finalmente, consigue atenciones preferentes, a
poco más de un mes de unas elecciones autonómicas posiblemente
cruciales, en las que se debate, sobre todo, la continuidad del
gobierno socialista, o el vuelco al que aspira el PP, con Javier
Arenas al frente, después de casi tres décadas de espera... Y llega
a esos primeros lugares de atención por causa de la división que
acaba de estallar en el seno del PSOE andaluz, como consecuencia de
las posiciones encontradas que se produjeron en el reciente Congreso
del PSOE en el que Alfredo Pérez Rubalcaba fue elegido secretario
general del partido. Las tensiones, finalmente, estallaron entre el
presidente de la Junta, y ahora también presidente del PSOE
nacional, y su secretario general sevillano, José Antonio Viera, que
se ha visto forzado a dimitir del cargo. Los informadores de esta
crisis no dudan en hablar de un PSOE en un estado de descomposición
absoluta, a 42 días de las elecciones del 25 de marzo, como
consecuencia del choque de quienes apoyaron a Alfredo Pérez
Rubalcaba y a Carme Chacón en el congreso federal de hace una
semana, que ha vuelto a reproducirse, con mayor virulencia en el
proceso de aprobación de las listas al Parlamento andaluz. Dehecho,
cuenta El País que quienes apoyaron a Rubalcaba quedaron excluidos
de las listas. Los perdedores del congreso nacional hicieron valer
sus mayorías provinciales para imponer las candidaturas autonómicas,
impidiendo la integración de los rubalcabistas, en algunos casos. En
particular, la quiebra se produjo en Sevilla, cuya lista la encabeza
el candidato socialista a la presidencia de la Junta, el actual
presidente de la autonomía y también presidente federal, José
Antonio Griñán, a quien se culpa de haber dado el visto bueno al
espectáculo o, como dice un dirigente, "ha estado en la inopia".
Lo cierto es que las viejas tensiones entre los partidarios de
Rubalcaba y Griñán afloraron el domingo en la elaboración de la
lista de Sevilla para las elecciones autonómicas. Al constatar que
estaba en minoría, el rubalcabista José Antonio Viera, secretario
general del PSOE sevillano, anunció su dimisión, dejando al PSOE
sevillano en manos de una gestora, como destaca El Mundo. Sevilla
fue, por cierto, la única provincia de Andalucía en la que el PSOE
superó al PP en las elecciones generales del 20-N. El secretario
general sevillano, José Antonio Viera dimiría en pleno comité
provincial después de denunciar "vetos", "injerencias" y
deslealtades "por las circunstancias personales o económicas de
algunos o algunas". Viera asegura que la lista de Sevilla se
planteó como un pulso "con Griñán o contra Griñán". Viera ya
había perdido la mayoría de la ejecutiva cuando, en la elección de
delegados al congreso federal, los afines a Chacón, liderados por la
secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, se
hicieron con mayor número de apoyos, muchos de ellos ligados
salarialmente a la Diputación de Sevilla. El propio Griñán vetó
la presencia de Alfonso Guerra en esa lista, como contó Viera ante
el comité. Cuando se produce la dimisión del secretario general, se
disuelve también la ejecutiva, según los estatutos del PSOE, y
tiene que nombrarse una gestora, algo que ahora tendrá que decidir
la ejecutiva federal del PSOE. Sin embargo, los afines a Susana Díaz
y a Griñán decidieron seguir adelante con la celebración del
comité provincial, lo que algunos acogieron con gritos de "¡fuera,
fuera!" y con acusaciones de "pucherazo". La presidenta del
comité federal de garantías, Carmen Hermosín, "advirtió" de
que "no se enredaran más las cosas" porque, en su opinión, la
celebración del comité "no tiene ningún valor estatutariamente".
Un buen número de dirigentes abandonaron la reunión y consideraron
"ilegal" el procedimiento. Otros defendieron su pureza y
desoyeron el aviso de Hermosín. De las 79 personas que no
abandonaron votaron una lista que ocupan en sus dos primeros puestos,
Griñán y Susana Díaz, 72 votaron a favor y siete en blanco. En
total, votaron el 37% de los 209 miembros que componen el comité
provincial, en una lista integrada por rubalcabistas y griñanistas.
Pero fue el relevo a un puesto no seguro del que fuera interventor de
Rubalcaba en el congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, lo que
desencadenó todo lo sucedido. Viera insinuó que lo que estaba
ocurriendo se debía a que muchos en el PSOE estaban pensando más
bien en quién gestiona la federación andaluza después de las
elecciones que en la propia convocatoria electoral. Las expectativas
de triunfo el 25 de marzo del PSOE, según todas las encuestas, son
remotas, de ahí que muchos quieran formar parte del grupo
parlamentario de donde saldrá el sucesor de Griñán. Ahora el
comité federal deberá intervenir y tendrá que hacerlo antes del
miércoles, cuando está prevista la celebración del comité
director que ratificará las ocho candidaturas andaluzas. De manera
que, como algunos previeron, celebrar el 38 congreso federal a menos
de dos meses de las elecciones autonómicas ha sido un pésimo
negocio para el PSOE andaluz, escindido en dos entre los partidarios
d Rubalcaba y de Chacón, a quien, sin decirlo públicamente, apoyó
Griñán porque consideraba, entre otros motivos, que le rejuvenecía
y le aportaba más, con vistas a las elecciones del 25-M. Pero
Griñán, que embarcó a cinco secretarios generales provinciales y a
su ejecutiva en la lista de Chacón, perdió. Y, como es sabido, para
suavizar esta derrota, Rubalcaba le propuso ser presidente federal en
lugar de Manuel Chaves. "O le dais la presidencia a Griñán o
tiene que irse", le dijo Chaves a Rubalcaba la noche en la que se
negoció la ejecutiva, según revela este lunes El País. Pues bien,
lejos de recomponer las piezas rotas del congreso, el proceso de
elaboración de las listas autonómicas las ha hecho añicos. Desde
la dirección federal del partido se hizo saber a la ejecutiva
regional y a las direcciones provinciales su deseo de que cinco
dirigentes claramente identificados con Rubalcaba fueran en las
listas.
¿Y ahora? Si muchos
pensaban que el PSOE tenía ante sí unas elecciones autonómicas
difíciles, el espectáculo ofrecido por los socialistas este fin de
semana, particularmente en Sevilla, parece condenarles
definitivamente al fracaso electoral el próximo día 25 del mes que
viene. Javier Arenas nunca lo tuvo más fácil... Las rupturas
internas suelen pasar esa clase de facturas, la derrota electoral,
del pueblo soberano...