Junto a
Rubalcaba, entraban ex ministras como
Trinidad Jiménez, el todopoderoso alcalde de Dos Hermanas y ex presidente de la FEMP,
Quico Toscano, y dirigentes de los llamados históricos, como
Patxi López, la consejera de Igualdad de la Junta,
Micaela Navarro o el parlamentario sevillano
Pepe Caballos. Acompañando a
Carme Chacón, socialistas catalanes y las nueva hornada introducida por
Pepe Griñán en el PSOE andaluz, como la secretaria de Organización,
Susana Díaz.
Si hace quince días todos apostaban por Rubalcaba como caballo ganador, hoy el partido no está tan claro después de que la neutralidad del árbitro, Pepe Griñán, presidente del Congreso, se haya decantado claramente por la candidata "almerinse" de Olula del Río. Así las cosas, las apuestas están más o menos igualadas y nadie quiere decantarse públicamente por uno u otra no vaya a ser que su apuesta falle a última hora.
Lo que parece claro es que hay mucho en juego, no sólo en el carácter orgánico de este Congreso, sino en el futuro político de muchos delegados e, incluso, como adelantaba algún medio de comunicación, sobre el apoyo que puede recibir el candidato socialista a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, en el caso de que
Alfredo Pérez Rubalcaba gane el Congreso de Sevilla.
Así las cosas, casi nadie mostraba ayer sus cartas. Ni siquiera el todavía presidente del partido,
Manuel Chaves, cuya afectación rubalcabista está más que demostrada. Todos pedían tranquilidad y juego limpio aunque eran muchos los que cuando se le preguntaba sobre las presiones recibidas por parte de la Ejecutiva Regional del PSOE-A para apoyar a Carme Chacón, afirmaban aquello de "haberlas haylas", por mucho que lo nieguen.
El ejemplo más claro lo ponía Pepe Caballos, "esto es -decía- como cuando encuentras a tu mujer acostada con otro. Por más que te digas que no es lo que parece, la evidencia es taxativa". Es decir que Griñán ha apostado, y muy fuerte por la yegua catalana ganadora frente al dinosaurio santanderino. Ya veremos lo que ocurre si no acierta. Alguien le pedirá cuentas.
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